El escapista Matt Johnson participaba en el Britain's Got Talent y se jugaba un puesto en la final. Para ello realizó sobre el escenario un arriesgado truco de escapismo en el que tenía que liberarse de una caja llena de agua en la que tenía metida la cabeza y atado a un corsé de hierro ligado con varias candados y cadenas. Tenía un minuto para conseguir liberarse, pero llegado a este tiempo, Johnson no lo había conseguido.
Cuando se cumplieron los dos minutos de tiempo, el escapista pidió una barra de metal para tratar de soltarse, mientras los gestos de su cara, mostraban la angustia que estaba sufriendo ante la mirada atónita del jurado. Finalmente logró soltarse a los 2 minutos y 21 segundos.
Uno de los miembros del jurado, Simon Cowell, le llamó «lunático» y otro le reconoció que «realmente se había preocupado por su vida». Amanda Holden admitió haber pasado mucha angustia durante su actuación. Finalmente todo quedó en un susto y Matt Johnson completó su número con éxito pero no logró un puesto en la final.