Un padre de 88 años y su hijo de 53 con síndrome de Down protagonizan probablemente el vídeo más emotivo que verán en mucho tiempo.
Jamás se habían separado el uno del otro, y últimamente lo hicieron para que el vástago pasara unos días de vacaciones alejado de su progenitor.
La escena del reencuentro ha hecho saltar más de una lagrimita a muchos de los que lo han visto, que son legión.
Solo en Twitter el vídeo se aproximan a los cinco millones de reproducciones y sobrepasa los 300.000 ?me gusta?.
Este tremendo éxito ha contribuido para dar relevancia y visibilidad a estas personas sobre las que sorprendentemente, en pleno siglo XXI, todavía existe un cierto desconocimiento y abundan los falsos mitos.