Esta publicación va de autoaceptación y de respeto. También de aquellos que no saben mantener la boca cerrada. Pongámonos en antecedentes. Laura es una chica normal y corriente, una joven que como a la mayoría a su edad le gusta compartir trocitos de su vida en las redes sociales.
Todo empezó cuando Laura subió una imagen a Facebook junto a su padre en la playa, algo bastante normal y corriente. Lo que no es tan normal es el comentario privado que recibió.
Alguien se sintió en el derecho de opinar que estaba «gordita», y que esa celulitis no le venía nada bien para encontrar un chico. Sin embargo, le ofrecía el remedio a todos sus 'males': apuntarse al gimnasio en el que trabajaba.
La chica reaccionó con bastante indignación a la oferta, ya no porque fuera motivada por una cuestión de salud, sino por la premisa de que su físico se interpusiera entre ella y una vida sentimental plena.
Por suerte recibió el cariño y el apoyo de muchos, miles y miles de usuarios que se solidarizaron con ella y le mandaron ánimo y fuerza para aplicar eso de «a palabras necias oídos sordos».
No fueron todos, y como ya hemos visto otras veces en temas similares, hubo quien la acusó de estar fomentando la obesidad o un estilo de vida poco saludable. Nada más lejos de la realidad, ella misma lo explicaba así de contundentemente.
¡¡ Bravo por la reacción de Laura !!. Igual el musculitos este se mete hormonas y claro.,...se suben al cerebro y luego salen por la boca. ¡¡ pobret !! No hay nada mas grande que aceptarse y disfrutar con los que uno/a ama. Repito ¡¡ bravo por Laura !!