Ikea probará un sistema de alquiler de muebles con una prueba piloto en Suiza este mes de febrero, lo que supondrá la creación de un nuevo modelo de negocio.
Bajo este esquema, las empresas alquilarán muebles, principalmente muebles de oficina sin descartar ampliarlo a cocinas, a la multinacional sueca por un período determinado y, posteriormente, los devolverán para su reciclaje o reventa, con la posibilidad de que puedan alquilar algo nuevo.
«Trabajaremos juntos con socios para que puedan alquilar sus muebles y, cuando finalice el período de arrendamiento, se devuelvan y podrían arrendar otra cosa», ha señalado el director ejecutivo de Inter Ikea, Torbjorn Loof, quien ha apuntado que el objetivo es prolongar el ciclo de vida de los productos, ya que, posteriormente, tras el alquiler, en lugar de desecharlos, la compañía podría restaurarlos y venderlos.
Según 'Finantial Times', Ikea también podría estar planteándose lanzar su propio negocio de repuestos, con el objetivo de que los clientes puedan encontrar accesorios como tornillos o bisagras de muebles que ya no se encuentran disponibles en las tiendas. El proceso forma parte de la transformación del modelo de negocio del grupo, que se aleja de la venta de productos puramente en almacenes fuera de la ciudad y deja que los clientes recolecten y monten sus propios artículos.
La cadena sueca de muebles y objetos para el hogar Ikea ha decidido dar un giro a su modelo de negocio tradicional optando por el alquiler de muebles como alternativa a la compra. La primera prueba tendrá lugar este mismo mes en Suiza y se llevará a cabo con distintos tipos de mobiliario, según ha anunciado la propia compañía en una entrevista a Financial Times.
«Trabajaremos con distintos socios para hacer posible ese modelo de alquiler. Cuando termine el plazo, los clientes tendrán la posibilidad de devolver el producto y alquilar otro», declaró Torbjörn Lööf, consejero delegado de Inter Ikea, el gestor de franquiciados del gigante sueco. «De este modo, en lugar de tirar los muebles, podemos restaurarlos y volverlos a vender prolongando el ciclo de vida de los productos», añadió el ejecutivo.
En las primeras pruebas se evaluarán los distintos tipos de mobiliario. Esta iniciativa forma parte de un proceso de transformación del modelo de negocio del primer fabricante de muebles del mundo. Ikea comenzó este cambio abriendo pequeños establecimientos en el centro de las ciudades y almacenes de recogida de pedidos realizados por Internet.
El consejero delegado de Inter Ikea, que controla la marca y el concepto del grupo, además de la fabricación y el diseño de productos, incluirá en las primeras pruebas el alquiler de mobiliario de oficina a empresas, aunque tampoco descarta ampliar esta opción a los muebles de cocina. «En este caso, podría decirse que el alquiler es una forma alternativa de financiar una cocina. Cuando se pone en marcha este modelo de economía circular, no sólo nos centramos en vender un producto, sino en observar qué pasa cuando un cliente lo tiene durante un tiempo y cómo lo conserva», explicó el ejecutivo. Lööf explicó que Ikea ahora diseña sus cocinas pensando en la posibilidad de poder cambiar las puertas sin necesidad de tener que tirar todos los muebles y comprar otros nuevos. «Será interesante ver cómo cambian de mentalidad los clientes cuando piensen que pueden adaptar y modernizar su cocina como parte de un proyecto al que se han suscrito», añadió.
Lööf declaró que el modelo de alquiler forma parte del esfuerzo que está realizando Ikea para fomentar un modelo de economía circular: el esfuerzo no está solo en vender productos, sino en darles una nueva vida, en una clara apuesta por la sostenibilidad y el reciclaje. Lööf anunció que el grupo intenta reducir su impacto medioambiental un 15 % en términos absolutos hasta 2030.