Andrés Sardá, uno de los grandes creadores del mundo del diseño y de la moda, falleció este domingo en Barcelona, a los 90 años, según han confirmado fuentes familiares.
Muy vinculado a Menorca
Andrés Sardá había mantenido una estrecha relación con Menorca. Toda su vida visitó la Isla durante los veranos y era muy aficionado al mar, propietario de un llaüt de madera que era una embarcación de una gran calidad, una auténtica joya. Su relación con la Isla se remonta a la generación de su padre, que fundó un negocio textil de “mantillas” junto con un empresario menorquín, de la familia Hernández Escrivá. Sus hijos también mantuvieron actividad empresarial en Menorca, al gestionar durante un tiempo el café Ars de Maó.
Perteneciente a una familia con un fuerte arraigo en el sector textil catalán, Andrés Sarda revolucionó la ropa interior y el mundo de la mujer española con una fórmula que aunaba diseño y comodidad, y que consiguió alzar su firma como una de las más internacionales de todos los tiempos.
Desde la fundación de su empresa en 1962, Andrés Sardá, ingeniero textil de formación, tenía claro que el éxito de su empresa pasaba por considerar a la ropa interior como diseño y no algo «puramente funcional como sucedía hasta entonces», aseguró el catalán en una entrevista.