El comienzo del curso suele venir acompañado de los piojos, que siguen siendo un problema habitual en los niños en edad escolar. Seguro que son muchos los padres y madres que se han encontrado con el aviso del colegio y están buscando medidas para prevenirlos.
El picor suele ser la primera señal de su presencia. Al inspeccionar la cabeza del niño, pueden encontrarse los piojos de color marrón-ceniza, así como pequeñas bolitas blancas que parecen caspa o arena. Son las liendres, los huevos del piojo. Para evitarlo, OCU recuerda que es fundamental actuar de forma rápida.
Entre los muchos productos disponibles, hay algunos con insecticidas (como permetrina) y otros con acción sofocante (con siliconas) en formato de loción o champú. La Organización de Consumidores recuerda que las lociones deben aplicarse inmediatamente después del lavado, dejándola actuar durante algunos minutos y lavando después con el champú habitual o el de tratamiento. En el caso de usar champú antipiojos, este también debe dejarse actuar durante algunos minutos.
OCU recuerda que el contagio de los piojos se produce fundamentalmente por contacto directo cabeza con cabeza, algo prácticamente imposible de evitar en colectividades de niños, sin que exista relación con una falta de higiene. Aún así, si se quiere estar seguro de su erradicación, otras medidas adicionales que pueden tomarse son:
■ Lavar a 60º toda la ropa usada por el niño, así como sábanas y toallas.
■ Pasar el aspirador por los sofás, cortinas y alfombras.
■ La limpieza en seco o guardar la ropa en una bolsa de plástico durante dos semanas, también son eficaces para acabar con los piojos.
Además, OCU ha evaluado las diferentes formas de tratamiento que existen actualmente contra los piojos, valorando tanto su precio como su efectividad según cada caso:
■ Productos con insecticida: entre 2 y 15 euros. El insecticida más común es la permetrina. OCU recomienda la forma de loción frente al champú, ya que este permanece menos tiempo en contacto con el cuero cabelludo y suele tener menos concentración. Estos productos son bastante eficaces, pero tienen efectos adversos y algunos piojos son resistentes a ellos. Solo se deben usar cuando los piojos se han detectado, nunca para prevenir. Mal usados, pueden contribuir a crear resistencia al producto.
■ Productos con siliconas: entre 12 y 22 euros. Sustancias como la dimeticona o la ciclometicona matan al piojo inmovilizándolo y ahogándolo. Recientes estudios hablan de una eficacia similar a los insecticidas, pero sin los inconvenientes de generar resistencias, ni efectos adversos. Suelen llevar la alegación «sin insecticidas».
■ Lendreras: entre 6 y 10 euros. No vale cualquier peine. Debe ser fino, con 1 mm de separación entre las púas para que se queden atrapadas las liendres. Lo ideal es pasar el peine también después de usar cualquier tratamiento antipiojos, para retirar los liendres y piojos que quedaran
■ Otros tratamientos: entre 5 y 10 euros. Aceites esenciales como el del árbol de té son utilizados como supuestos repelentes, pero OCU advierte que hay pocos estudios e información sobre su seguridad, sobre todo, usado en la población infantil. El peine eléctrico, por su parte, tampoco ha demostrado su eficacia de forma rigurosa. Las soluciones caseras como el vinagre, mayonesa o perfumes no resultan útiles.