Otoño es una de las estaciones del año que más espectáculos astronómicos nos ofrece. Desde las Dracónidas, que surcaron el cielo nocturno a principios de octubre, pasando por las Oriónidas y la famosa luna azul de Halloween, esta semana es el turno de las Leónidas.
Esta lluvia de meteoros procede de los fragmentos del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que fue descubierto en el año 1865 y posee un periodo orbital de 33,2 años. Pero, ¿por qué se produce? Como cada año a mediados de noviembre, la Tierra pasa por un anillo poblado con los restos de este cometa desprendidos en anteriores pasos cerca del Sol.
De esta manera, «cuando uno de esos meteoroides entra en contacto con la atmósfera terrestre, se vaporiza por la fricción con el aire, creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz», explican desde el departamento de astronomía del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Los meteoros de una lluvia de estrellas parecen tener un único punto de origen, denominado radiante, y en el caso de las Leónidas la localización se encuentra en la constelación de Leo.
En este sentido, 2020 será «un año excelente para la observación» de este fenómeno ya que el momento de máxima actividad "se producirá un día después de la luna nueva", añaden. Por ello, se espera que en la noche de este lunes 16 de noviembre al martes 17 de noviembre tenga lugar el máximo pico de actividad de las Leónidas coincidiendo con un cielo oscuro.
La principal recomendación para observar este espectáculo astronómico es acudir a un lugar que proporcione una vista completa del cielo nocturno alejado de la contaminación lumínica.
«Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos (edificios o árboles) para la vista y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión», indican desde el IGN.
Según el Real Observatorio Astronómico de Madrid, el momento idóneo para observar esta lluvia de estrellas será pasada la medianoche. Para apreciar el fenómeno en su totalidad conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, «en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso», añaden en el IGN.
Se prevé que podrán caer unos 20 meteoros por hora o más, según Meteored, y únicamente necesitarás un lugar donde sentarte o tumbarte, una manta o ropa de abrigo y esperar hasta que la vista se acostumbre para apreciar este increíble fenómeno de destellos fugaces brillantes y coloridos.