¿Tu perro da vueltas sobre sí mismo de forma forma obsesiva? ¿No para de lamerse las patas? ¿Se muerde la cola todo el día o excava agujeros en el jardín cada dos por tres? Cuando un perro tiende a realizar una serie de movimientos repetitivos sin aparente sentido es muy probable de que esté manifestando un trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Aunque es verdad que es inherente al comportamiento canino cierta tendencia a la repetición cuando estos movimientos, posturas o sonidos se ejecutan de forma insistente y con alto grado de “ritualización” hay que hablar de una estereotipia. Sin embargo, no todas las estereotipias desembocan en TOC.
En ocasiones las estereotipias aparecen solo de forma temporal, como resultado de un momento de estrés o ansiedad puntual en el perro. En estos casos, suelen desaparecer en cuanto la situación estresante que las ha originado también se esfuma. Por el contrario, cuando se trata de trastorno obsesivo compulsivo, estas estereotipias suelen aparecer desde la etapa de cachorro o en los primeros años de la edad adulta del perro, se muestran de forma prolongada y se intensifican de forma progresiva. Algo que resulta muy peligroso ya que puede afectar gravemente a la salud del animal y en los casos más graves provocar una automutilación.
Los factores que pueden generar el trastorno obsesivo compulsivo en perros son muy variados, pero principalmente se desarrolla por traumas sufridos desde cachorros, malos hábitos de vida o también por herencia. Conozcamos las principales causas:
- Traumas por violencia física y/o emocional. Por desgracia se considera que esta es la principal razón por la cual se genera este trastorno por eso muchos perros rescatados en refugios suelen mostrar diversas estereotipias.
- También puede manifestarse en perros abandonados, en los que viven en entornos no adecuados, y/o bajo mucho estrés.
- Los perros que no reciben los cuidados necesarios y que pasan solos mucho tiempo pueden manifestar conductas obsesivas.
- El sedentarismo y el aislamiento son otro factor para desarrollar este trastorno.
- Además, un perro con poca o nula estimulación mental y física puede generar TOC. Todos los animales necesitan realizar actividad física y juegos que potencien su desarrollo cognitivo, si puede ser, a diario.
- Los perros aislados y con una socialización casi nula, van a generar conductas de riesgo. Un perro que se encuentre encerrado o atado sin posibilidad de socializarse correctamente, jugar, correr, olfatear e, incluso, realizar sus necesidades básicas en un entorno apto, va a desarrollar diferentes estereotipias.
- Otras causas que podrían provocar TOC son el destete precoz, la separación temprana de la manada, llegada de un nuevo miembro a la familia, cambio de domicilio o cambio de cuidador.
Cuanto antes se diagnostique el TOC será más sencillo evitar que las conductas repetitivas se conviertan en autodestructivas. Por lo tanto conviene que el cuidador o cuidadores estén atentos a los cambios de comportamiento del perro para detectar cualquier síntoma que pueda perjudicar su salud física y mental. Los más comunes son:
- Ladrar u olfatear de forma desmedida.
- Rascarse mucho.
- Lamerse en exceso.
- Morderse en exceso.
- Perseguirse o morderse la cola.
- Excavar sin medida.
- Montar cosas sin parar.
- Masticar o destruir muebles o algún objeto de la casa que normalmente no dañaría.
- Orinar y defecar en sitios no comunes a los habituales.
Pero cuidado, si las estereotipias no se diagnostican ni tratan a tiempo estos comportamientos repetitivos constantes podrían desembocar en:
- Dermatitis acral por lamido (DAL).
- Heridas y llagas, principalmente en las patas y en la cola.
- Sangrado constante en las patas y en las colas (derivado del comportamiento de morder o lamer las llagas y heridas).
- Alteraciones en la piel y en el pelaje, generalmente acompañado de intensa perdida de pelos.
- Problemas alimenticios: falta de interés por su alimento o bien obsesionarse con el consumo de comida y agua.
- Problemas de comportamiento: el perro puede mostrarse más agresivo, ansioso o tenso que lo usual, esconderse para evitar el contacto físico con las personas u otros animales, sobresaltarse frente a estímulos comunes del hogar, aislarse por largos periodos de tiempo o durante varios días.
Las estereotipias se manifiestan cuando el animal ya sufre un elevado trastorno emocional, por lo tanto, el tratamiento del TOC supone un proceso lento de recuperación para el perro en el que el cuidador tendrá que armarse de grandes dosis de paciencia y cariño.
No se trata solo de curar los daños físicos de aquellas lesiones o heridas que haya podido provocarse el can sino de involucrarse para ofrecerle un ambiente positivo y un estilo de vida más saludable y, sobre todo, de realizar sesiones específicas con un etólogo (especialista en comportamiento y conductas caninas) para avanzar progresivamente en su reeducación y resocialización y enseñarle a relacionarse con su entorno de una manera sana.
La prevención es el mejor camino para evitar que una mascota desarrolle estereotipias y para que una vez recuperado no sufra recaídas. Es importante ofrecerle al perro:
- Un ambiente saludable para que desarrolle su autoestima y confianza.
- Utilizar el refuerzo positivo en su educación.
- Nunca emplear la violencia física o emocional.
- Cuidar con esmero su alimentación, higiene y visitas periódicas al veterinario.
- Realizar ejercicio físico regularmente para evitar el estrés o aburrimiento.
- Socializar al perro desde pequeño.