Las personas que padecen asma suelen experimentar un empeoramiento duran la noche, pero hasta ahora se desconocían los motivos o factores que influían en esta condición. Ahora, una investigación publicada recientemente en la revista The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ha evidenciado cómo la influencia del sistema circadiano tiene un papel clave en el asma.
Un equipo de investigadores del Brigham and Women's Hospital y de la Oregon Health & Science University ha sido el encargado de buscar los mecanismos que influyen en la gravedad del asma y determinar hasta qué punto el reloj circadiano del cuerpo, así como las actividades diarias y el sueño influyen en este proceso.
"Este es uno de los primeros estudios en aislar cuidadosamente la influencia del sistema circadiano de los otros factores que son conductuales y ambientales", explica en un comunicado uno de los autores de la investigación, Frank AJL Scheer, PhD, MSc, director del Programa de Cronobiología Médica en la División de Trastornos del Sueño y Circadianos en el Brigham.
En este sentido, el sistema circadiano está formado por "un marcapasos central en el cerebro (el núcleo supraquiasmático) y relojes en todo el cuerpo" y es clave para la "coordinación de las funciones corporales y para anticipar las demandas ambientales y de comportamiento cíclicas diarias", añaden en el comunicado.
"Observamos que las personas que tienen asma más grave en general son las que sufren las mayores caídas inducidas por el circadiano en la función pulmonar durante la noche, y también tienen los mayores cambios inducidos por comportamientos, incluido el sueño", explica el coautor correspondiente Steven A. Shea, PhD, profesor y director del Instituto de Ciencias de la Salud Ocupacional de Oregón.
Por otra parte, cuando estos resultados se estudiaron en laboratorio, "el uso de inhaladores broncodilatadores impulsado por síntomas fue hasta cuatro veces más frecuente durante la noche circadiana que durante el día", añade el coautor de la investigación.