Estos últimos días de enero han regado con copiosas nevadas la ribera oriental del Mediterráneo. Países como Turquía o Grecia presentan estampas bucólicas y plenamente invernales. El frío y la acumulación de nieve han traído consigo algunas consecuencias menos amables, como el cierre de aeropuertos internacionales y carreteras y estragos en el transporte de mercancías y ferroviario. Efectos que buena parte de España vivió hace un poco más de un año, cuando la borrasca Filomena dejó buena parte del interior peninsular congelado. Así se encuentra la orilla oriental del Mediterráneo tras las copiosas nevadas.
Los equipos de rescate, incluido el ejército griego, trabajaron durante toda la noche para evacuar a miles de personas atrapadas en sus vehículos en una autopista de Atenas después de que una fuerte tormenta de nieve golpeara a Grecia este pasado lunes, cubriendo de blanco la capital y provocando el caos de tráfico. Más de 3.500 personas habían sido evacuadas a primera hora del martes, algunas abandonando sus vehículos a pie, pero unos 1.200 coches seguían atascados en el Attiki Odos, la principal vía de circunvalación de la capital, dijo el portavoz del gobierno, Giannis Oikonomou.
«Hemos tenido una noche muy difícil y se está llevando a cabo un esfuerzo de evacuación sobrehumano en el Attiki Odos», dijo Oikonomou a la televisión griega. «Seguimos en una fase muy difícil, ya que las previsiones indican que volveremos a tener dificultades (meteorológicas) dentro de un tiempo».
Mientras las temperaturas caían durante la noche, los soldados repartieron comida, agua y mantas a los conductores, algunos de los cuales estuvieron varados en sus coches durante más de 10 horas. Las imágenes de televisión mostraron la carretera y los vehículos cubiertos de nieve. Incluso el Partenón, el emblemático templo distintivo de la Grecia antigua, presenta una estampa puramente invernal.
Por su parte, el Aeropuerto de Estambul reabrió parcialmente este martes tras un día de suspensión de actividades por las fuertes nevadas que azotan también a Turquía y que llevaron a que en algunas zonas de la capital se acumulasen ochenta centímetros de nieve. La Dirección General de Aviación Civil de Turquía anunció la reanudación del transporte aéreo -con prioridad para vuelos desviados- en una de las pistas del aeropuerto, pero mantiene cerradas las demás pistas hasta esta medianoche (21.00 GMT).
La compañía Turkish Airlines suspendió todos sus vuelos desde y hacia Estambul hasta la medianoche de este martes a la espera de que las autoridades despejen las pistas de aterrizaje y las vías que conducen al aeropuerto. Según Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul, el temporal ha llegado a acumular entre 30 y 50 centímetros de nieve en la ciudad, con un máximo de 80 centímetros en algunas zonas.
Las fuertes nevadas, que afectaron a la mayoría de las provincias de Turquía, han paralizado la vida de los 16 millones de habitantes de Estambul. Ante los estragos causados por el temporal la gobernación de Estambul ha decidido mantener cerradas las universidades hasta el 31 de enero. Además, un total de 11.000 efectivos trabajan por restablecer el transporte por carretera y así devolver a la normalidad a sus ciudadanos, según el ministro de Transportes e Infraestructura, Adil Karaismailoglu. La Dirección de Meteorología de Turquía prevé que las nevadas continúen azotando al país.