Los Borbones, una familia real se ha estrenado este martes en el mejor momento posible, tras la visita el rey emérito a Sanxenxo, tras 22 meses expatriado en Abu Dabi, y creando una expectación inusitada. El resultado, un triunfo para Atresmedia: se estrena líder con 2,2 millones de espectadores y un share del 17,1 % de share. La idea del grupo audiovisual es que la docuserie de 6 capítulos siga emitiéndose semanalmente en Atresplayer Premium, su plataforma de pago, pero a tenor de los resultados, no sería extraño que cambiaran su estrategia y se emitiera también en abierto. El público, desde luego, parece estar hambriento de conocer los trapos sucios de la Familia Real. ¿Pero ha recibido lo esperado?
La periodista Ana Pastor y el guionista y productor Aitor Gabilondo (Patria) dirigen este documental, a raíz de una pregunta que lleva año haciéndose la periodista: ¿por qué no se había contado de esa forma la historia de la Familia Real española? Para lograrlo se han unido Atresmedia TV, la internacional Exile Content, así como las productoras Newtral y Alea media, que se han adelantado a toda una serie de proyectos en marcha que también pretenden desgranar los entresijos de la familia de Felipe VI. En los próximos meses debería llegar la serie El Rey, de Javier Olivares (El ministerio del tiempo), o la adaptación del podcast XRey para la plataforma StarzPlay, así como otro documental y otra serie de ficción en Mediaset. Aunque poco o nada se sabe de estos proyectos después de su anuncio.
Los Borbones, una familia real no sigue el orden cronológico habitual de los documentales, y organiza cada capítulo en torno a diferentes temas. El primer episodio, que cuenta con un montaje digno de destacar, salta del presente al pasado y se empeña en mostrar los paralelismos entre Juan Carlos I y su abuelo, el monarca Alfonso XIII. Aunque esta primera toma de contacto no destape nada nuevo sobre la dinastía de los Borbones, resulta curioso que resalte el difícil equilibrio del ahora rey emérito hasta llegar a ser monarca, traicionando a su propio padre, don Juan, que no acudió a su coronación, ni dejó que su mujer ni sus hijas estuvieran presentes. También habla de la afición del rey Alfonso XIII por el sexo y de su interés por la pornografía, llegando a ser promotor de las primeras películas porno que se hicieron en el país.
Entre los invitados del primer programa, el veterano periodista Iñaki Gabilondo, que recuerda el intento de golpe de estado de Tejero en el 81; el expresidente José Luis Rodríguez-Zapatero, que se declara «afectado» por el comportamiento del rey en los últimos años, «porque decepcionado es un término que no me gusta»; o Carmen Enríquez, que tilda a los Borbones de ser una «familia desestructurada» desde hace décadas, para seguir hablando de los grandes amores del rey emérito, mencionando a la mallorquina Marta Gayà, Bárbara Rey o Corinna Larsen.
El primer capítulo también recoge declaraciones poderosas, como la reina Sofía hablando de sus estrecheces durante sus años de internado: el frío y la mala alimentación, el «pelar patatas en la cocina, cosiendo blusas para aprender a coser, plantando tomates»; o las entrevistas de don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos, por ejemplo, ya consumada la 'traición' dinástica contando en francés y español por qué no acudió a la coronación de su hijo tras la muerte del dictador: «Porque no se ha hecho de una forma absolutamente correcta, ni con la intervención del pueblo ni con la mía, que era el titular».
¿Merece la pena la docuserie? Algunos creen que blanquea a la Familia Real, yo, en cambio, creo que incide solo en los pasajes que le interesa, dejando muchos trapos sucios en el armario. Quizá los próximos episodios me hagan cambiar de opinión, pero deja más dudas que respuestas claras.