Netflix llevaba tiempo tanteando el lanzamiento de una modalidad de su servicio que viniera con publicidad incorporada, pero lo que era un posible plan de futuro adquirió carácter de urgencia en el primer semestre de 2022. El gigante del streaming fue sorprendido entonces con una caída masiva de suscriptores, que condujo a despidos en cadena y conflictos con sus accionistas mientras, a toda velocidad, su directiva diseñaba estrategias para frenar la escabechina. En este marco, una tarifa que incluya publicidad (y sea lo bastante atractiva para los usuarios) pasaba por ser una de las medidas más prometedoras.
Dicho y hecho, Netflix ha anunciado que probará a incorporar esta nueva tarifa en varios países antes de que termine el año, con vistas a que en 2023 se implante de forma global. Hasta ahora no habían trascendido muchos detalles (lo que no quitó que servicios como Disney+ tomaran buena nota y anunciaran medidas análogas), pero ahora Bloomberg ha podido concretar un poco qué esperar de la modalidad con publicidad de Netflix. Y, básicamente, es una tarifa enormemente barata. Una que, de implantarse oficialmente, podría atraer nuevos usuarios, y mantener consigo a los viejos con un ligero cambio en su suscripción.
En EE.UU., la tarifa estándar de Netflix es de 15.49 dólares al año. En torno a ella hay variaciones como una modalidad de definición estándar y posibilidad de una única pantalla (a 9,99 dólares), u otra prémium que asciende a 19.99 al mes. Pues bien, la tarifa con anuncios de Netflix en este país ascendería a una suma entre 7 y 9 dólares al mes, lo que supondría una rebaja de casi el 50% frente al precio estándar. Estos 8 dólares, por otra parte, no permitirían descargar el contenido para ver offline, pero Netflix se está preocupando mucho de que a cambio la aparición de la publicidad sea lo más leve y amigable posible.
Manteniéndonos dentro del mercado estadounidense, un servicio como Hulu ha sido criticado por la gestión de su publicidad, que conmina a que los mismos clientes sean asaltados una y otra vez por los mismos anuncios, destinados a ellos según las preferencias que rastree el sistema. Desde Netflix consideran esta práctica como invasiva, y planean que haya 4 minutos de publicidad por cada hora de contenido (cifra que también sopesa Disney+), situándose esta al comienzo o durante el título reproducido, nunca al final. Los anuncios tampoco serán específicos según el espectador, sino que irán variando al mismo tiempo para todo el mundo siguiendo la dinámica de la publicidad televisiva tradicional.
El despliegue publicitario que busca Netflix sería gradual, y de cumplir las previsiones de nuevos clientes que trae aparejada la nueva tarifa, ya hay estimaciones de que la compañía ganaría 8.500 millones de dólares al año llegado 2023. A todas luces parece una buena estrategia, de la que seguro que tomará buena nota la competencia.