Los pasajeros de un vuelo de Vueling Barcelona-Sevilla vivieron este viernes una situación de lo más surrealista. A bordo ya del avión, acabando el embarque y con todo listo para despegar, el piloto les anunciaba por megafonía el motivo por el que tendrían que retrasar el vuelo media hora: «Llevo 22 años volando y no había visto nunca [un caso así]», adelantaba a los pasajeros. «El espacio aéreo está cerrado ahora mismo en el norte de España porque nos está cruzando por encima de nuestras cabezas un cohete chino. Está reentrando de manera incontrolada en la atmósfera y esperan que colisione en el Mar Mediterráneo». De este modo, debían aplazar media hora el despegue, hasta que el cohete ya hubiera impactado contra la Tierra.
Entre risas y caras de incredulidad recibió el pasaje la noticia y los hubo que hasta , anonadados, grabaron el anuncio para la posteridad. No todos los días a uno le retrasan un vuelo por un cohete chino. «Me parecía algo asombroso, no me lo llegaba a creer, pero si se meten en las noticias, en internet, ya aparece», confesaba, con un intuible control por no estallar en risas, tras lo que continuó (casi) con total normalidad, con el parte del día: «La meteorología es buena, quitando el cohete este chino». El vídeo grabado por un pasajero y subido en TikTok se ha vuelto viral, alcanzando los 90.000 'likes' menos de 24 horas después.
Finalmente, según informaron fuentes del ejército de Estados Unidos, los restos del cohete se precipitaron sobre algún punto del Pacífico sur. En concreto, el Comando Espacial de Estados Unidos detalló que los restos del cohete «volvieron a entrar en la atmósfera sobre el centro-sur del océano Pacífico a las 10.01 UTC», una hora más en el horario de Madrid. En dos de sus órbitas finales la trayectoria del cohete chino pasó sobre España, lo que provocó alteraciones en el tráfico aéreo para evitar riesgos. Centros de vigilancia espacial monitorearon el reingreso a la atmósfera terrestre del gran objeto espacial CZ-5B, la etapa central del cohete que lanzó Mengtian, el tercer módulo de la estación espacial china el 31 de octubre de 2022. El objeto CZ-5B tenía una masa que podía alcanzar las 23 toneladas y un tamaño de unos 30 metros, lo que lo convierte en una de las piezas de escombros espaciales más grandes que reingresaron a la Tierra en los tiempos más recientes, según informó el EU Space Surveillance and Tracking.