Arena tiene 13 años y una miocardiopatía restrictiva que la ha obligado a permanecer ingresada en el hospital durante seis meses, los tres últimos en la UCI. Hace apenas unos días recuperó un pedacito de la normalidad que la enfermedad le arrebató hace medio año: pudo acudir al cine con sus amigas, sus padres y el equipo médico que la atiende en el Hospital La Paz (Madrid). Este pequeño regalo en vísperas de Navidad ha sido posible gracias a un nuevo dispositivo de control del corazón artificial que tiene implantado, que reduce sustancialmente el tamaño del anterior.
El Hospital La Paz de la Comunidad de Madrid se ha convertido en el primer centro sanitario en España en implantar una nueva consola para controlar el corazón artificial de esta niña, que está a la espera de un trasplante cardiaco. Hasta ahora, estos aparatos tenían un peso de 80 kilos, lo que limitaba la movilidad de sus usuarios, y ahora han pasado a 9, además de ganar autonomía gracias a las baterías de las que dispone.
En concreto, el dispositivo que ayuda a Arena a seguir adelante mientras aguarda un trasplante de corazón es el EXCOR Pediatric, desarrollado por la marca Berlin Heart y mejorado este año al reducir las dimensiones de la consola de control. ¿Cómo es este aparato que ayuda a esta pequeña que nació con esta patología y llevó una vida normal hasta enero, cuando ingresó por insuficiencia cardíaca grave?
¿Cómo funciona?
El EXCOR Pediatric es un dispositivo de asistencia ventricular pulsátil paracorpóreo, lo que significa que las bombas de sangre se encuentran fuera del cuerpo y están conectadas al corazón y los vasos sanguíneos mediante cánulas. El sistema puede utilizarse para la ayuda mecánica de un ventrículo o de ambos y es posible adaptarlo a niños o bebés, gracias a la existencia de componentes de distintos tamaños, que permiten una medicina personalizada.
La función de este aparato es ayudar a bombear la sangre desde el corazón en casos de insuficiencia cardíaca severa y, para lograrlo, requiere una implantación previa mediante técnicas quirúrgicas estandarizadas y una máquina de bypass cardiopulmonar. Esta última se encarga de la circulación y la oxigenación de la sangre mientras se conectan las cánulas a todo el sistema.
El elemento central del dispositivo es la bomba, que cuenta con una cámara de sangre y otra de aire separadas por una membrana de triple capa. Una unidad de accionamiento neumático introduce aire de manera alternativa dentro y fuera de la cámara correspondiente a través de un tubo y, como resultado, la membrana se mueve de forma pulsátil.
Este mecanismo bombea la sangre a través de las cánulas fuera del cuerpo y, después, la envía de vuelta al organismo. Al igual que el corazón, el aparato posee válvulas, lo que garantiza que el flujo se produzca en una sola dirección. Además, la velocidad puede ajustarse a las necesidades individuales del paciente.
¿Qué ventajas presenta?
Berlin Heart ha creado ahora una nueva consola para controlar este dispositivo de asistencia ventricular, mucho más pequeña que la anterior y que solo se ha implantado en 85 personas en todo el mundo. Concretamente, la versión previa era como una especie de "carro de la compra de unos 80 kilos" y la nueva es "una maleta de cabina de 9", explica Juan José Menéndez, adjunto de la UCI pediátrica del Hospital de La Paz.
Las dimensiones de la consola antigua limitaba la movilidad de los pacientes y la actual, que se fabrica en Alemania y ha empezado a comercializarse en 2022 tras muchos años de investigación, facilita la recuperación física y mejora la calidad de vida de los enfermos, mientras esperan a recibir un trasplante. Ha sido precisamente este cambio el que ha permitido a Arena salir del hospital y acudir al cine con sus amigas y familiares.
Otra de las grandes mejoras de esta nueva consola es la ganancia en la autonomía, que alcanza las siete horas, mientras que en la anterior era de apenas 60 minutos. Además, este utensilio le permite descansar mejor porque reduce el ruido que genera. Con todas estas características, el objetivo de este versión actual es permitir que los pacientes no necesiten permanecer en el hospital todo el tiempo que dependen de estos dispositivos y puedan continuar en su propio domicilio a la espera de un órgano.