«Micromachismo», «puntocom», «portuñol», «conspiranoia» o «videojugador» son algunos de los términos que se acaban de incorporar al Diccionario de la Lengua Española (DLE), cuya última actualización suma más de tres mil novedades, tanto enmiendas como adiciones, incluidas en su edición digital. Se trata de la actualización 23.6 del DLE que ha sido presentada este martes por el director de la RAE y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado, y la directora de la 24 edición del Diccionario, la académica Paz Battaner.
Por iniciativa de Javier Marías, escritor y académico fallecido este año y cuya pérdida ha destacado de nuevo la RAE, se han incluido en el diccionario «sobrevenido» (impostado o artificial); «hagioscopio» (abertura pequeña hecha en la pared de una iglesia para ver el altar) o »traslaticio« (perteneciente o relativo a la traducción). Nuevos usos de palabras en gastronomía, ocio, sexualidad y género, bastantes vocablos de especialidades de ciencia, industria y tecnología, medicina, física o química, medioambiente, economía y derecho o deportes son las temáticas que más novedades aportan a la nueva actualización del diccionario. «Mamitis», «potar» (vomitar), «gusa», «copiota», «rular» o «cuarentañero» son algunas de las que incorpora el lenguaje coloquial.
En el ámbito social está la adición de la palabra «edadismo» (discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas). Y otra de las incorporaciones es «ruralizar» o la nueva acepción para el término «brecha», referida a la distancia entre situaciones o cosas o grupos de personas, especialmente por la falta de unión o cohesión. Las nuevas incorporaciones en el ámbito tecnológico son, entre otras, «macrodatos», «puntocom», «videojugador», o las expresiones «comercio electrónico», «minería de datos», «obsolescencia programada» o «vida útil». Del mundo gastronómico se ha sumado a la actualización las palabras «panetone» o «panetón»; nuevas acepciones de «sancocho», en referencia al guiso canario, y «compango».
De las ciencias naturales se incorporan voces como «dingo», «mantarraya» y «facóquero», mientras que de la medicina llegan al diccionario «cortisol», «hiperinmune», «lidocaína» o «monodosis». Y de la literatura «garciamarquiano» o «cortazariano». Battaner ha explicado también cómo del sustantivo »corte« derivado del verbo cortar se han sumado cuatro acepciones nuevas: cada una de las composiciones musicales de un disco; interrupción en una emisión radiofónica o televisiva para la publicidad; fase en un proceso de selección; y trozo de helado. «Conspiranoia», tendencia a interpretar determinados acontecimientos como si fuera una conspiración, y su derivado «conspiranoico» son otras de las novedades, así como algunas acepciones de palabras que solo se usan en los medios de comunicación como «mercurio» como temperatura o la palabra »tema« que se usa ahora como composición musical moderna.
De las mil millones de consultas al año que se realizan al Diccionario de la Lengua Española hay tendencias como la que ha ocurrido con la palabra «haiga», que como la fórmula vulgar el verbo hacer, se ha consultado más de 7.000 veces en un mes, debido, ha indicado Battaner, a las «leyendas urbanas» de que hay palabras incorrectas en el diccionario, cuando este término solo aparece como definición de vehículo ostentoso de los años 50.Son en total3.152 novedades, no solo incorporaciones de términos sino también enmiendas a artículos ya existentes y supresiones, disponibles ya en la página web del diccionario, que cuenta con el apoyo de La Caixa. Se trata, ha recordado Muñoz Machado, de la obra mas emblemática e importante de la RAE, aunque no la única pues además de la actualización anual se trabaja simultáneamente en la 24 edición que renovará por completo la actual y que está previsto que se presente en 2026