Crece la preocupación por Amanda Bynes. La actriz ha sido ingresada de nuevo en un centro psiquiátrico tras ser vista paseando sin ropa por Los Ángeles. El portal TMZ detalla que la intérprete caminaba desnuda y desorientada el domingo por la mañana por el centro de la ciudad, cuando ella misma paró a un conductor y le explicó que acababa de tener un brote psicótico. Una vez en comisaría, fue atendida por un equipo especializado en salud mental que consideró que era necesario que volviera a un centro psiquiátrico.
En el año 2013 la artista ya fue detenida cuando las autoridades acudieron a su casa y Bynes, que sufre un trastorno bipolar, se encontraba haciéndose un cigarrillo de marihuana y reaccionó tirando un bong por la ventana. Una fuente cercana a la artista habló con la revista Radar y ya explicó el momento complicado que atravesaba: «Dos días antes estaba bastante fuera de control. En este punto, todo el mundo sabe que fuma marihuana, pero es la combinación de esa hierba con éxtasis, Percocet y Roxicontin lo que realmente hace que se esté volviendo loca».
Esta misma persona aseguró que consumía sustancias de forma habitual: «Amanda no consume estos medicamentos de forma moderada, lo hace de forma constante y la hacen delirar, que es lo que sucedió justo antes de ser arrestada». Es más durante esa época también se afeitó totalmente la cabeza y acumuló numerosos problemas de tráfico por conducir bajo los efectos de sustancias. Todos estos hechos llevaron a que sus padres se encargasen de su tutela judicial durante casi una década. En los últimos años parecía que la californiana, que saltó a la fama entre los 90 y los 2000, se había recuperado pero estas nuevas imágenes han hecho saltar todas las alarmas.