La empresa francesa Poly Implant Protheses, fabricante de unas prótesis mamarias que resultaron defectuosas, y su filial en España deberán indemnizar de forma solidaria con treinta mil euros a una paciente a la que les fueron implantadas en un hospital de la capital murciana. Así se dispone en la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Murcia que, al mismo tiempo, absuelve al cirujano que realizó la intervención porque desconocía el defecto de las mismas y, además, no se ha probado que incurriera en una mala práctica médica.
También ha absuelto a la empresa que importó las prótesis y a dos compañías de seguros que fueron igualmente demandadas por la paciente. La sentencia declara probado que las prótesis le fueron implantadas en 2006 y que seis años después la mujer tuvo que someterse a otra operación con el fin de sustituirlas por otras.
La Sala dice que la demandante sufrió unos daños tanto físicos como morales como consecuencia de la situación que sufrió, lo que debe ser reparado mediante la indemnización que se fija, a la que habrá de añadirse los intereses legales devengados desde que presentó su reclamación.
La sentencia estima así en parte el recurso que la afectada presentó contra la dictada por un juzgado de Primera Instancia en enero de 2021, que declaró que los hechos habían prescrito y no entró en el fondo del asunto.
En marzo de 2010, las autoridades sanitarias francesas informaron a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) de la suspensión de la puesta en el mercado, distribución, exportación y utilización de las prótesis mamarias de la francesa Poly Implant Prothese al estar siendo fabricadas con un gel de silicona diferente del que había sido evaluado por el organismo correspondiente, lo que cuestionaba las garantías de las prótesis.