La escultura del melón, emblema de Vilafranca, ubicado en una placita en la carretera que cruza la localidad, ha reventado en la mañana de este jueves debido a las elevadas temperaturas. Estaba construida en ' picadís y morter' y su interior estaba vacío, relleno de espuma y otros materiales. Había sido construido por un vecino de la localidad de manera artesanal. Los vecinos han oído a primera hora de la mañana un estruendo y se han asustado al no saber que estaba ocurriendo.
El alcalde de Vilafranca, Montserrat Rosselló, ha explicado: «Era un icono del pueblo que había realizado un vecino en tiempos de la COVID. El interior se había rellenado con diversos materiales. Esta mañana ha salido una grieta y rápidamente se ha ido rompiendo hasta quedar totalmente destrozado». La escultura estaba ubicada frente a un bar y el propietario ha avisado al Ajuntament.
Desde la brigada cuando han conocido los hechos han retirado todo el material. Rosselló explicó que «de momento no tenemos claro si haremos otra escultura. Lo que si podemos afirmar es que desde luego no será con el mismo sistema», ha sentenciado.