Cuando introducimos un gato en la familia, debemos ser conscientes de que conlleva responsabilidades más allá de ofrecerles alimento, agua y cepillados. Debemos proporcionarles compañía, cariño y velar por su salud, acudiendo al veterinario tanto de forma rutinaria, como por cualquier problema que pueda surgir.
En este sentido, cabe destacar que en lo que a gatos se refiere, no existen vacunas obligatorias que debamos ponerles (excepto la rabia, que se exige en algunas comunidades autónomas y que también se requiere cuando vamos a viajar con nuestro animal al extranjero).
No obstante, esto no quiere decir que no debamos ponerle vacunas, al revés, algunas son imprescindibles para prevenir enfermedades víricas o bacterianas. Nuria Gómez, experta veterinaria de Clinicanimal, la red de veterinarios de Tiendanimal, explica que, además de la rabia, podríamos hablar de dos tipos de vacunas, "las básicas o esenciales y las no esenciales".
"Dentro de las vacunas básicas se incluye, por un lado, la vacuna trivalente que protege ante la gripe felina, la panleucopenia felina y la rinotraqueítis felina", enumera la experta. "También consideramos esencial la vacuna frente al virus de la leucemia felina, el cual provoca un debilitamiento del sistema inmune de los gatos".
En cuanto a las vacunas no esenciales, Gómez explica que "son aquellas que se recomienda administrar de acuerdo con el estilo de vida, riesgo de exposición y localización geográfica del gato". "Por ejemplo, la vacuna contra la infección por Chlamidophila Felis o la vacuna frente a la peritonitis infecciosa felina (PIF), frecuente en criaderos", añade.
Cuándo empezar a vacunar y cuántas dosis hay
A la hora de empezar a vacunar a nuestro nuevo minino, tendremos que guiarnos por la recomendación de nuestro veterinario, que será quién decida cuándo es el momento adecuado para comenzar, acorde al perfil de riesgo del gato, sus características y edad.
"Es importante evitar sacar al gato a la calle y no ponerlo en contacto con otros gatos hasta que no esté completo el plan de vacunación", advierte Gómez. "En recién nacidos, generalmente lo ideal es empezar la vacunación entre la séptima y la novena semana con un refuerzo después de tres o cinco semanas".
La veterinaria de Clinicanimal también comenta que las vacunas recomendadas en esta fase inicial son la trivalente (panleucopenia, calicivirus y rinotraqueitis), la leucemia felina y la rabia.
En recién nacidos, generalmente lo ideal es empezar la vacunación entre la séptima y la novena semana
"De las vacunas esenciales, la más importante es la trivalente ya que protege frente a tres enfermedades al mismo tiempo", agrega Gómez. "Se suele poner al segundo mes desde el nacimiento y se refuerza a las 12 semanas de edad y a las 16 semanas de edad".
En cuanto a la vacuna de la leucemia felina, la veterinaria detalla que se pone "a los dos meses y medio" y que "se refuerza con una segunda dosis a los tres meses y medio (aproximadamente a los 21 días desde la primera dosis)".
"A partir de las doce semanas de vida, puede empezar a ponerse la vacuna contra la rabia, que se revacunará anualmente, al igual que la vacuna trivalente y la vacuna frente la leucemia felina", añade.
¿Y los gatos adultos?
Como ya hemos comentado, a medida que nuestro gato se va haciendo mayor, debemos seguir manteniendo la vacunación anual de la rabia, leucemia y la trivalente. De esta manera, si hemos adoptado o comprado un gato adulto, lo único que variará en este sentido es el número de las dosis.
"Tan solo tenemos que ponerle un refuerzo cada año", asegura Gómez. "Además, es importante saber que, si se ha adoptado un gato adulto y sano, significa que su sistema inmunitario está bien desarrollado y no necesitará tantas dosis de las vacunas".
No obstante, la experta recomienda que, antes de ponerles cualquier vacuna, realicemos una prueba de leucemia y de inmunodeficiencia felina, "ya que no se debe vacunar de leucemia al gato si ya es portador de la enfermedad", concluye.