La familia de Álvaro Prieto, el joven cordobés fallecido por electrocución al tocar una catenaria en la zona de talleres de la estación sevillana de Santa Justa, ha solicitado al Juzgado de Instrucción número once de Sevilla, encargado de la investigación de su muerte, su personación en las actuaciones incoadas al respecto, según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Fue el pasado 12 de octubre cuando la familia del joven, de 18 años de edad, denunció ante la Policía Nacional su desaparición, toda vez que el muchacho había pasado la noche en una sala de fiestas de Sevilla.
Este en compañía de otros jóvenes, había perdido un tren de regreso a Córdoba a primera hora de la mañana para el cual tenía billete y había intentado sin éxito embarcar en otro convoy para el cual no tenía tique; abandonando después la estación ferroviaria de Santa Justa, donde se le habría ofrecido la posibilidad de recargar su teléfono móvil, cuya batería estaba agotada, para buscar una solución a su situación, pues no contaba con dinero en efectivo para comprar otro billete.
A media mañana del pasado lunes, tras varios días de búsqueda por parte de las autoridades y una gran cobertura mediática de su desaparición, su cadáver fue descubierto entre los vagones de un tren inmovilizado en la zona de talleres de la estación de Santa Justa desde el pasado mes de agosto y que estaba siendo desplazado.
Más al detalle, el cuerpo fue hallado de manera fortuita al ser grabado por un cámara de televisión que trabajaba para una emisión en directo sobre este caso en el programa 'Mañaneros' de la 1 de TVE. Sobre el asunto pesan unas imágenes de una cámara de un establecimiento próximo al lugar donde fue hallado el cadáver, que fue entregada a la Policía Nacional el domingo por la tarde, y que muestran según la Policía cómo el joven «sube a la parte superior de un tren, trepando justo por la intersección entre los dos vagones, y una vez en su parte superior cae instantáneamente fulminado al interior del hueco existente entre los dos vagones, donde quedó completamente oculto hasta que se produjo el movimiento de dicho tren la mañana del lunes».
Mientras un helicóptero y drones sobrevolaron sin éxito las inmediaciones de la estación, el delegado del Gobierno central en Andalucía, Pedro Fernández, manifestaba que el desplazamiento del citado tren inmovilizado desde agosto, para dejar espacio en los talleres a otro convoy, sería la clave de que el cadáver fuese finalmente visible. Según sus palabras, hasta entonces, «era absolutamente imposible» verlo. Según defiende la Policía Nacional, aquella jornada el dispositivo de búsqueda «se encontraba actuando en dirección» al lugar donde el cadáver del muchacho fue descubierto de manera sorpresiva al ser grabado por un cámara de televisión, un espacio que «iba a ser revisado en la misma mañana del lunes».