Tras la aprobación de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2024, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha puesto como próximo objetivo abordar la reducción de la jornada laboral con patronal y sindicatos.
Esta reducción es uno de los puntos incluidos en el acuerdo del Gobierno PSOE-Sumar, e implica bajar la jornada laboral máxima legal sin reducción salarial para establecerla en 37,5 horas semanales en 2025, pasando por las 38,5 horas en 2024.
Según Díaz, esta reducción de jornada servirá para "elevar las rentas salariales". Asimismo, ha señalado que va en el camino de "feminizar el trabajo", pero también de romper con un mercado laboral "con jornadas infinitas que provienen de una cultura del trabajo ligada a un determinado modelo de masculinidad, en el que los hombres también pierden".
Ante esta reducción, que todavía no se ha materializado, surgen muchas dudas. La primera de ellas tiene que ver con la situación de los trabajadores que se encuentren disfrutando de una reducción de jornada laboral.
Este derecho aparece regulado en el artículo 37.6 del Estatuto de los Trabajadores, donde se especifica que esta reducción de la jornada de trabajo diaria también conlleva "la disminución proporcional del salario entre, al menos, un octavo y un máximo de la mitad de la duración de aquella".
El abogado laboral Miguel Benito Barrionuevo, conocido en redes sociales bajo el nombre Empleado Informado, ha explicado que la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales no afectará al horario de los trabajadores que ya disfruten de una reducción de jornada.
El salario, en cambio, subirá, aplicando el porcentaje de parcialidad, que es el porcentaje en el que el trabajador está a tiempo reducido sobre el total de la jornada máxima, según indica este abogado. "La solución es sencilla: tu sueldo va a subir. Todo se resume en aplicar el porcentaje de parcialidad. Si, por ejemplo, una trabajadora que trabajaba 40 horas por 2.000 euros, reduce su jornada a 20 horas por 1.000 euros, se le está aplicando un porcentaje de parcialidad del 50%. En cambio, siguiendo este ejemplo, al reducir la jornada a 37,5, el porcentaje de parcialidad subiría al 53,3% y, por lo tanto, su sueldo debería subir hasta los 1.066 euros", aclara.