Hace unas semanas, y después de unos meses de lo más complicados, Joana Sanz celebró su 32 cumpleaños acompañada de sus seres queridos. Fue el pasado domingo 9 de junio cuando la modelo organizó una fiesta en su casa en la que Dani Alves fue uno de los invitados.
Antes de la celebración, el jugador hizo algunas compras. Así, acudió a una tienda gourmet y compró algunas botellas de vino y carne, para preparar la barbacoa del cumpleaños. Alves también paró en una floristería y compró dos ramos de flores para sorprender a la modelo. Tras las compras, él y su amigo Bruno, el único que fue a visitarlo a la cárcel, se dirigieron a la fiesta.
En efecto, y por si había alguna duda, se confirmaba que el futbolista y la modelo siguen juntos tras el proceso judicial vivido en el último año por el brasileño. Una unión en matrimonio del que ahora ha hablado la canaria.
Ha sido en una ronda de preguntas con sus seguidores, en la que Joana se ha sincerado y ha abordado una peliaguda pregunta de uno de ellos: por qué no se ha separado del jugador.
Sin matices, la modelo ha respondido, aunque, eso sí, de manera algo desconcertante. "No creo en el matrimonio", ha arrancado la canaria a través de sus stories. "Les invito a todos a que se casen, celebren la fiesta, porque es un recuerdo maravilloso para tener, muy divertido y más si lo compartes con tus seres queridos, pero, del resto, no es más que un papel firmado y no es tan fácil, cuando la relación no va para ningún lado, divorciarse", ha proseguido.
"Yo pensaba que era más de lo mismo, un papel firmado, pero no mis amores, es superjodido divorciarse, así que no se casen, para qué", ha terminado Sanz en su explicación de cuál es el motivo por el que sigue ligada en matrimonio a Dani Alves.