Kate Moss ha sorprendido durante sus recientes vacaciones en las Islas Baleares al aparecer con un exclusivo complemento de lujo en plena playa. La modelo británica, que ha estado disfrutando de unos días de descanso en Formentera junto a su hija Lila Grace Moss y el novio de esta, Yoni Helbitz, ha generado revuelo en el mundo de la moda por su elección de accesorios para una jornada playera. Lo que ha captado particularmente el interés de los medios especializados no ha sido su atuendo veraniego, sino el bolso que decidió llevar mientras disfrutaba del mar balear.
Moss optó por un maxibolso Kelly de la prestigiosa firma Hermès en cuero marrón, un modelo de alta gama cuyo precio base ronda los 10.000 euros en el mercado actual. Según ha informado la revista ¡Hola!, este bolso en concreto presenta «claros signos de uso, motivo por el que podría tratarse de una pieza vintage cuyo precio podría alcanzar los 40.000 euros, sobre todo si saliera a subasta como 'el bolso de Kate Moss'». Para completar su look playero, la supermodelo combinó este exclusivo accesorio con un bikini naranja que cubrió parcialmente con un caftán blanco con bordados decorativos y un cinturón a juego.
Como toque final, adornó sus muñecas con una abundante selección de pulseras plateadas, manteniendo su característico estilo bohemio-chic que la ha convertido en un icono de la moda desde los años 90. El emblemático bolso Kelly, protagonista del llamativo estilismo playero de Moss, tiene una historia que se remonta a la década de 1930. Este diseño icónico nació cuando Robert Dumas, yerno de Émile Hermès, creó un bolso femenino caracterizado por sus distintivas correas. Sin embargo, fue una sola fotografía la que catapultó este accesorio a la fama mundial: la imagen de Grace Kelly, actriz y princesa de Mónaco, utilizándolo estratégicamente para ocultar su embarazo ante los fotógrafos.
Este momento histórico no solo dio nombre al bolso, sino que lo consagró como un símbolo de elegancia atemporal. Con su estética depurada y líneas arquitectónicas de radical simplicidad, el Kelly representa la quintaesencia del lujo discreto que caracteriza a la casa Hermès. A lo largo de los años, el bolso ha evolucionado presentándose en múltiples versiones, desde el tamaño maxi 40 hasta versiones mini, adaptándose a diferentes expresiones de feminidad pero manteniendo siempre su esencia distintiva. Una de las características más reconocibles del Kelly es su sistema de cierre, que se ha convertido en emblema inconfundible de la Maison.
Sus dos cinchas se cruzan sobre un torniquete trabajado con precisión de joyería, discretamente asegurado por un pequeño candado. Este mecanismo no solo es funcional sino que representa el compromiso de Hermès con la artesanía y los detalles meticulosos. La aparición de Kate Moss con un bolso de alta gama en un entorno playero no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia creciente entre celebridades y figuras influyentes que desafían las convenciones sobre dónde y cómo lucir artículos de lujo.
Esta práctica, que mezcla lo exclusivo con lo cotidiano o incluso lo incongruente, ha generado debates en la industria de la moda sobre la funcionalidad versus el simbolismo de los objetos de lujo. Expertos en tendencias señalan que esta clase de comportamientos responden a la evolución del concepto de lujo en el siglo XXI, donde el valor de las piezas trasciende su utilidad práctica para convertirse en declaraciones de identidad y estatus. En el caso específico de Kate Moss, su trayectoria como figura transgresora en el mundo de la moda otorga un contexto adicional a esta elección aparentemente excéntrica.
Cabe destacar que la exposición de un bolso de cuero de este valor a elementos como la arena, el agua salada y el sol podría considerarse contraproducente desde una perspectiva de conservación. Sin embargo, para coleccionistas y amantes de la moda, las marcas de uso en artículos icónicos pueden incrementar su valor sentimental y, en ocasiones, también su cotización en el mercado secundario de artículos de lujo vintage. A sus 51 años, Kate Moss continúa siendo una referencia estilística internacional. Desde su irrupción en los 90, la modelo ha evolucionado hacia un estilo personal reconocible y ampliamente imitado.
No sabía que esta modelo se metía al agua con los bolsos. Debe ser la nueva moda