La isla neerlandesa de Texel suspenderá este año su tradicional «Día de cría de ovejas», una cita con 115 años de historia que solo se había interrumpido en tiempos de pandemia o por un brote de enfermedad, al evidenciarse que los ganaderos no han podido reunir para septiembre el número mínimo de animales para mantener vivo el concurso.
Cada primer lunes de septiembre, la plaza Groeneplaats, en el centro de Den Burg (noroeste de Países Bajos) acoge la principal tradición ganadera de la isla: cientos de ovejas y corderos desfilan ante jueces, compradores y visitantes, en un ambiente festivo que combina feria agrícola y evento social.
La cita goza de prestigio en Países Bajos y atrae desde hace 115 años a criadores y aficionados de dentro y fuera del país, en una tradición que refuerza la identidad de la isla, cuyas ovejas -de las razas de carne más comunes del país- son valoradas por su lana y calidad. Pero este año el evento no puede seguir adelante porque «muchos criadores, por su edad, ya lo ven demasiado exigente: los animales deben presentarse en condiciones óptimas, limpiarlos, recortarles las pezuñas… todo eso requiere mucho trabajo», anunció este miércoles en la cadena local NH el organizador, Koos Tjepkema.
«Hay muy poco interés», lamentó. Este acontecimiento tradicional sólo se había interrumpido durante la pandemia de coronavirus, dadas las medidas de distanciamiento social, y por la fiebre catarral ovina. Para celebrar la jornada se necesitan al menos 300 ovejas, pero este año apenas se podía reunir la mitad. El envejecimiento de los ganaderos es uno de los principales factores detrás de la cancelación.
«Hay menos manos para hacer todo ese esfuerzo. Y si se organiza, debe hacerse bien, porque tenemos fama de ser una de las mejores exhibiciones ovinas del país y hay que estar a la altura de esa reputación», añadió Tjepkema. Incluso criadores con grandes rebaños, como Henk Zoetelief -que posee 450 ovejas-, optaron por no participar por motivos personales. «Si participo, quiero dar el cien por cien, pero este año no lo conseguí. No sabía que eso acabaría provocando la cancelación del evento entero», admitió.
Sin embargo, los visitantes no se quedarán sin actividades vinculadas porque, en lugar de la feria, los ganaderos de Texel han organizado dos jornadas de puertas abiertas, el 30 y 31 de agosto, en las que doce explotaciones mostrarán su trabajo y recibirán al público. Se espera la llegada de unas 250 personas, muchas de ellas criadores aficionados de Bélgica. «La gente viene encantada, muchos ya han reservado noches en Texel», destacó Tjepkema. El programa concluirá con una barbacoa comunitaria y los organizadores muestran su esperanza de poder retomar la tradición el próximo año.