Jorge Moreno López es el director de pagos digitales de BBVA y el artífice de Aqua, la nueva familia de tarjetas pioneras en España.
¿No estaban en vías de desaparición las tarjetas?
Con Aqua nos anticipamos al futuro. Puedo estar de acuerdo en que la tarjeta irá desapareciendo en favor de otros medios de pago alternativos. En todo caso, para pagar siempre has de tener un instrumento, aunque el elemento físico desaparezca. En todo caso, y es la primera vez que lo hacemos, la nueva tarjeta ofrece al cliente la posibilidad de que sea virtual, de no tener el plástico.
Entiendo que la alternativa es el teléfono.
Sí. Hoy por hoy todas las soluciones de pago digital pasan por el teléfono. Se han hecho probaturas implantando un chip bajo la piel, pero hay que considerar que el móvil ofrece al cliente diferentes funcionalidades más allá del pago. Ofrece más posibilidades.
Uno de los grandes problemas de las tarjetas es la seguridad.
Hace ya un tiempo realizamos un estudio de mercado ante más de 1.000 clientes y no clientes. Detectamos que la seguridad es un valor que consideran prioritario. Todas las tarjetas son muy seguras, pero ante la preocupación de los clientes decidimos ofrecer un plus. Así, en la tarjeta no aparece la enumeración, ni la fecha de caducidad, ni el código CVV. La tarjeta solo se identifica con el nombre del cliente. El CVV es ahora variable, cada cinco minutos cambia y se obtiene accediendo a la aplicación del banco.
Y la tarjeta es ahora de plástico reciclado.
Es de plástico reciclado al 86%. Cumplimos así con el objetivo de BBVA de reducir el impacto medioambiental. Hemos sido la primera entidad en España en distribuir tarjetas fabricadas con plástico de origen reciclado procedente de diferentes industrias como la impresión, el embalaje, la automoción... Es una apuesta imprescindible de cara al futuro.
La tarjeta ofrece diferentes modalidades.
Puede ser de débito, de crédito y de prepago. Y, evidentemente, también permite decidir la forma de pago que se ajuste más a sus necesidades. Ofrece también capacidad de financiación en movimientos de débito. Estamos convencidos de la bondad de Aqua y está previsto que durante los dos próximos años sean expedidas más de un millón de tarjetas. Aqua, además, es compatible con todos los sistemas de pago móvil que ofrece la entidad, además del propio sistema del banco.
¿Qué coste tiene Aqua?
El coste varía en función de la vinculación del cliente. La tarjeta de crédito es gratis el primer año y tiene un coste de 43 euros el segundo. La de débito tiene un coste de 35 euros. En todo caso, quisiera destacar que son muchísimos los clientes que están exentos del pago.
BBVA trabaja también en mejorar la experiencia digital del cliente.
Conseguir una nueva y mejor experiencia digital es el objetivo final, va mucho más allá de sacar al mercado una nueva tarjeta. Al acceder a la app encontrarán en primer lugar aquellos servicios más utilizados para facilitarle las gestiones, tendrán un mayor control de sus gastos... Hay que permitir el acceso del cliente a toda la operativa bancaria y con la máxima seguridad.