Tras una temporada turística prácticamente nula, en la que el 88% de las pequeñas y medianas empresas ha tenido bajada de ventas por encima del 75%, las pymes de Eivissa y Formentera se encuentran inmersas en un otoño e invierno lleno de dudas y para el que piden auxilio y ayudas para sobrevivir y no tener que echar el cierre definitivo a sus negocios.
En este sentido, el comité ejecutivo de PIMEEF ha consensuado un amplio abanico de solicitudes a las administraciones ya que, según explican, creen “necesario” que las administraciones públicas “salven a quien ha pagado, paga y pagará los impuestos del futuro”. Unas peticiones con las que se pueden “aliviar la extremadamente delicada situación que están viviendo las pequeñas y medianas empresas y autónomos de nuestras Islas”, precisan desde el comité ejecutivo.
La patronal PIMEEF considera que es “esencial” que se “instale la idea de la necesidad de un ‘rescate' a las empresas para evitar que una situación económica precaria se transforme en un cierre y en un incremento de paro y de las consiguientes ayudas sociales”. Por ello, consideran que la inversión actual en las empresas puede “evitar mayores gastos futuros en la Administración pública. Si ha habido algún momento en el que de las palabras hay que pasar a los hechos, en relación a las ayudas a empresas, es ahora”, precisan desde el comité ejecutivo.
Tienen claro que, después de ocho meses de crisis, las empresas “necesitan más que nunca liquidez” y, por ello, desde PIMEEF plantean que haya una reducción fiscal “a todos los niveles”. “La idea es muy clara: si los ingresos han caído drásticamente no se puede exigir a las empresas la misma carga fiscal. Además, visto cómo han funcionado las líneas de ayudas, que han llegado tarde, si es que han llegado, consideramos más adecuada la vía de una importante reducción fiscal”, señalan con rotundidad.
Otras de las medidas que consideran que se debería tomar es ampliar los periodos de carencia de los créditos ISBA e ICO “al menos un año más”, al tiempo que deberían incrementarse de manera significativa los créditos para las empresas.
“Estamos hablando de medidas a corto y medio plazo para salvar a las pequeñas y medianas empresas. A corto y medio plazo, lo que nos ayudaría es tener los menos gastos posibles de aquí a final de año y principio de temporada. Esto se consigue aminorando los costes de producción y una buena manera para conseguir bajar los costes de producción es subvencionar la seguridad social de los trabajadores que tenemos en activo y la rebaja de los impuestos municipales”, explica Alfonso Rojo, presidente de PIMEEF, quien resume en una contundente frase cuál es el objetivo de las medidas que piden: “La clave es evitar el cierre de empresas. Con la situación que está habiendo, la única opción para mantenernos abiertos y no tener que prescindir de personal es reducir los costes de producción. Hablamos de reducir los costes de producción porque nuestra actividad se reduce, no por un capricho”.
La PIMEEF también propone que los remanentes de los ayuntamientos que se usen “no solo en servicios sociales sino también en ayudar a la economía productiva de nuestras Islas”. Entroncando también con la administración pública, el comité ejecutivo de PIMEEF considera “imprescindible una mayor agilización de los trámites administrativos”. También en el ámbito de las administraciones públicas reclaman una mayor financiación del Estado hacia Balears ya que “durante muchos años se consideró a Balears, sobre todo a su sector turístico, como una de las locomotoras económicas de España, de ahí que se aludiese constantemente a la solidaridad de las Islas con el resto del Estado”. Por ello creen que es el momento de que “el tren de la solidaridad cambie de dirección”. PIMEEF reclama, además, que las empresas tengan “facilidades para ajustar sus plantillas a las necesidades reales de su actividad económica actual, muy condicionada por la crisis”, al tiempo que reclaman “bonificaciones” para las empresas que mantengan el nivel de empleo “aun con la reducción de ingresos que están sufriendo”.
Otro de los puntos en los que inciden es que son conscientes de la “extremadamente compleja y cambiante” situación sanitaria, pero exigen que cuando la administración toma medidas para determinados sectores económicos “deberían también elaborar un plan completo de compensaciones para estos mismos sectores” y resaltan que está sucediendo justo lo contrario: “No se está ofreciendo ninguna alternativa a esos cierres y restricciones”.
HOSTELERÍA. Precisamente, uno de los sectores más castigados en las Pitiüses es la hostelería. Desde PIMEEF Restauració también han hecho llegar al Govern, Consell d'Eivissa y a los cinco ayuntamientos la situación en la que se encuentran bares, restaurantes y cafeterías en Eivissa y Formentera, sobre todo en la mayor de las Pitiüses.
Destacan la “imperiosa” necesidad de que se den “ayudas económicas directas al sector debido a las restricciones actual que está sufriendo por el coronavirus”. Y es que, precisamente, en toda la isla de Eivissa los establecimientos comerciales y de restauración deben estar todos cerrados a las 22 horas. Semanas antes, las restricciones horarias fueron únicamente en la ciudad de Eivissa, pero se extendieron a toda la isla.
PIMEEF Restauració también incide en que se debe negociar con las eléctricas para “conseguir una moratoria en el pago de los suministros de los establecimientos”, así como elaborar un “sistema de medición para reducir costes del alquiler de locales ya que habrá muchos establecimientos que no puedan hacer frente a las rentas pactadas en otros tiempos”. Uno de los puntos que han conseguido es que en municipios como Vila o Santa Eulària se permita a los establecimientos sin terraza poder ubicar una en plazas de aparcamiento para así poder tener un mínimo de actividad.
Desde la patronal de la restauración pitiusa consideran que este conjunto de medidas es “muy necesario” porque, de no tomarlas, “el sector se verá abocado a una más que presumible cascada de cierres que haría mucho daño a la economía insular dada su incuestionable importancia en el índice de ocupación tanto en temporada como todo el año”. “La idea que queremos transmitir es clara: allí donde haya restricciones tiene que haber ayudas directas al sector; va a ser impresionante el cierre de negocios que habrá en la hostelería de Eivissa si no se dan ayudas directas”, sentencia Verónica Juan, presidenta de PIMEEF Restauració.
PRIMEROS PASOS. Las administraciones públicas están dando, poco a poco, pequeños pasos. Esta misma semana el Consell d'Eivissa ha anunciado que se hará cargo de los costes de los costes de explotación del vertedero de Ca Na Putxa el año que viene y que suponen 4,5 millones. La administración insular asume estos costes para evitar una gran subida en el recibo de las basuras debido a la puesta en marcha de la planta de triaje del vertedero de Eivissa. “Ya alertamos en su momento, hará uno año y algo más, de que la puesta en marcha de la planta de transferencia implicaría una subida del impuesto de basura. Es una excelente noticia que el Consell asuma el coste de un año, pero hay que resaltar que no es una rebaja sino que los ayuntamientos no subirán la tasa de basuras”, precisa Rojo.
Con el objetivo de reactivar un sector tan importante como el de la construcción en Eivissa, el Consell y el Govern firmaron un convenio de 6,7 millones para poner en marcha inversiones relacionadas con obras de eficiencia energética y edificios públicos, la mejora de la red de distribución de agua, accesibilidad, mejora de espacios urbanos y movilidad.
Ya en el ámbito de hostelería, los ayuntamientos están permitiendo a los bares y restaurantes sin terraza instalar una en zonas de aparcamiento para así poder tener algo de actividad ya que las restricciones en Eivissa implican que no se puede consumir en la zona interior. Son pequeños pasos que los empresarios agradecen, pero insisten en reclamar medidas más contundentes debido a la gravedad de la crisis económica en la que se encuentra inmersa Eivissa: “Hay que entender que la situación es excepcional. Una situación tan novedosa tiene que tener nuevas perspectivas para abordarla”, concluye Rojo.