Naomi Riu ha vivido con la pandemia su etapa más intensa desde que asumió la dirección financiera de Riu Hotels & Resorts, en 2018. Hija de Luis Riu, tiene estudios de Administración y Dirección de Empresa y un Máster en Auditoría y Contabilidad. Antes de su puesto actual, trabajó en Price WaterHouse Coopers, vivió la reforma del Riu Vistamar y fue subdirectora del Riu Palace Maspalomas.
¿Cuál era la situación financiera de Riu antes de la pandemia? ¿Y hoy?
Son dos momentos completamente diferentes. Antes de la pandemia, nuestra salud financiera estaba saneada y nos caracterizábamos por tener muy poca deuda. Hoy, aún tenemos poca deuda, pero obviamente hemos tenido que financiarnos para tener un colchón de liquidez. Riu es una empresa a la que le gusta asumir poco riesgo financiero. En cambio, sí que nos gusta asumir cierto riesgo a la hora, por ejemplo, de implantarnos en nuevos destinos. En todo caso, estamos cómodos con la deuda que tenemos. Y los bancos también lo están. Venimos de unos años muy buenos, con balances muy sólidos, con excelentes ocupaciones y grandes rendimientos, lo que ha hecho posible que la situación actual haya sido más fácil de controlar. Nuestra situación es de gran solidez.
Poca deuda y situación de solidez, pese a la continua expansión que ha hecho posible que Riu cuente ya con 100 hoteles y que haya reformado la inmensa mayoría de su planta hotelera.
La mayor parte de las compras y reformas han sido con fondos propios. Cada año se destinaban muchos recursos a continuar creciendo. Aún hoy, queremos crecer, pero de forma controlada. Eso sí, Luis Riu, que además de mi padre, es el responsable de Expansión, sabe que no es el mejor momento. Hemos de ser conservadores, muy conservadores, y aguantar. Hay que ver cómo evoluciona la situación, aunque estamos viendo ya la luz al final del túnel. La vacuna ha de hacer posible que el turismo vuelva a resurgir. Invertimos, pero menos. Soy yo la que pone los límites a los pagos de obra y puedo asegurarte que no se pasan ni un euro, ni un dólar. Lo tengo muy controlado. El turismo no se va a acabar. La demanda volverá. El deseo de viajar existe.
Entiendo que asegura que el turismo va a continuar siendo masivo.
Espero y deseo que el turismo vuelva a ser como antes, aunque desde Riu siempre hemos defendido que la isla tiene unos recursos finitos y deben ponerse límites. De hecho, en los días más duros de confinamiento, había clientes que entraban en la página web y miraban destinos y hoteles. Mallorca tiene muchas variables para ser un destino deseado por los clientes. Son muchos y diversos los atractivos de la isla. Entiendo que cuando no haya restricciones, la gente continuará viniendo.
¿Cómo les afectan los problemas del turoperador TUI?
Si no recuerdo mal, nuestra relación con TUI se inició en 1963. Hemos pasado buenos y malos momentos, pero sin duda estos últimos meses han sido los peores. Vamos a salir de esta situación, tanto ellos como nosotros. Seguro. No tengo dudas.
¿La TUI también?
Por supuesto.
¿Es muy elevado el número de clientes que aporta TUI a Riu?
Sí. Formamos un buen binomio. Son nuestro principal proveedor de clientes en Balears y en muchos otros destinos.
¿Y no están preocupados?
Claro que estamos preocupados, pero tranquilos en el sentido de que lo sucedido con Thomas Cook no se repetirá con TUI.
Una de las características de Riu es su apuesta por ostentar la propiedad de los hoteles. ¿Ha llegado el momento de vender algún activo? ¿De renunciar a la explotación de algún establecimiento?
Nuestro modelo de negocio es con los hoteles en propiedad. Ahora, con la apertura de Dubai a mediados de diciembre, llegamos a los 100 establecimientos. En gestión solo tenemos un total de nueve hoteles, siete en Bulgaria y dos en Marruecos. Sabemos que si nuestro objetivo principal fuera la expansión sería mucho mejor apostar por la gestión. No es el caso. Nos gusta construir nuestros establecimientos.
¿Por qué tengo que acudir a un hotel Riu y no a cualquier otro hotel?
Por el servicio. Nuestra apuesta es la calidad y un servicio exquisito. Nuestra razón de ser es el cliente. Todo el mundo sabe cómo tratar al cliente para que se sienta como en su casa.
Durante la pandemia, con la totalidad de los hoteles cerrados, los ingresos se redujeron a casi cero, ¿su trabajo ha sido más complicado o mucho más sencillo?
Ha sido mucho más difícil. Hemos estado dos meses y medio con la totalidad de la planta hotelera cerrada, con ingresos cero o para ser exactos muy reducidos puesto que cobramos alguna factura pendiente. Durante estos meses sin ingresos sigues teniendo gastos: los fijos de cada hotel, la central, nóminas, suministros, impuestos... Durante este tiempo me dediqué casi en exclusiva a tres cosas: buscar financiación, hacer hipótesis sobre diferentes escenarios posibles y establecer que no se pagara ni una sola factura sin que contara con mi visto bueno. Antes de hacer cualquier pago, por pequeño que sea, debe contar con mi autorización. En ocasiones, hacemos lo que denominamos un CSI, que es un análisis exhaustivo de una orden de pago. Lo empecé a hacer a mediados de marzo y continúo haciéndolo.
Además de la financiación bancaria, ¿han pensado en la posibilidad de salir a bolsa?
Está descartado. Somos una empresa familiar y queremos seguir siéndolo.
Por curiosidad, ¿sabe cuánto se gasta Riu en electricidad o en personal al año?
En electricidad, Riu se gasta en total 71 millones de euros. Y en personal 369 millones de euros en nóminas y cargas sociales.
¿Y no le pesa la responsabilidad?
El mayor peso es llevar el apellido Riu. Tienes que ganarte el respaldo y el respeto de todos tus compañeros porque eres hijo o hija de...
Entonces, ¿llamarse Riu es una ventaja o un inconveniente?
Tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. No es fácil que te vean como uno más.
¿Que es más fácil laboralmente, llevarse bien con tu padre o con tu tía?
Carmen ha sido financiera. Entiende y comprende mis problemas, pero no quiero decir con eso que mi padre no lo haga. A la hora de buscar financiación, mi padre es más impaciente y Carmen sabe que según qué tipo de operaciones tienen sus protocolos de actuación. Eso sí, es también muy exigente y dura. Mi padre sabe las limitaciones que tenemos y es consciente de las dificultades. Ha entendido perfectamente cuál es la situación.
Supongo que el departamento financiero ha ganado protagonismo con la pandemia.
Antes pasábamos más desapercibidos y ojalá siguiéramos así. Ahora, con la pandemia, hemos ganado muchísimo protagonismo.
Los hoteleros mallorquines tienen fama de insolidarios, de tacaños e incluso de depredadores del territorio.
Creo que no hemos sabido comunicar correctamente, que no hemos transmitido a la sociedad mallorquina todo lo que hacemos. Contamos con un departamento de Responsabilidad Social Corporativa, que dirige y supervisa directamente Carmen. Además, mi prima Lola Trian trabaja en el departamento. Creo que esto demuestra el compromiso de la familia. No somos insolidarios. Y te aseguro que no somos tacaños.
¿Sale cara la apuesta de Riu por la sostenibilidad?
El enfoque de la pregunta no es el correcto. Nosotros nos preguntamos si el cliente está sensibilizado con el medio ambiente. Si el cliente lo pide, nada sale caro. Tenemos un respeto escrupuloso por el medio ambiente y nuestras decisiones están en función del cliente y hoy tiene una gran sensibilidad con todos los temas medioambientales. Apostamos por la reducción de los plásticos de un solo uso, disponemos del certificado Travellife... El turoperador lo exige porque lo demanda el cliente. No sale caro porque es una demanda.
Y desde hace unos años apuestan también por los hoteles de ciudad con los Riu Plaza.
Nuestro primer Riu Plaza fue el de Panamá. Después, construimos también el de Guadalajara, el de Berlín... en Madrid solo dejamos la estructura del Riu Plaza España, que es un edificio emblemático. No tenemos ningún problema en adquirir hoteles ya construidos, pero siempre hacemos una gran reforma para darle la esencia Riu. Si buscamos edificios emblemáticos y en ciudades importantes, debemos comprar establecimientos ya construidos.
Vuestra apuesta es ahora la ciudad.
Somos y seremos una empresa vacacional, aunque es evidente que queremos expandirnos en ciudad. Nuestra esencia es vacacional.
¿Es Asia el nuevo Caribe?
De momento, tenemos presencia en lugares como Sri Lanka, Maldivas, Dubai, en Mauricio... Estamos muy contentos con nuestra presencia allí. No sé si es el nuevo Caribe, pero construir en Asia es muy diferente a hacerlo en el Caribe. No somos aún reconocidos como la marca Riu. Hemos de crecer mucho allí para que nuestra marca sea conocida.
¿Eso significa que van a comprar?
No. Yo siempre digo que nosotros nos consideramos oportunistas, aunque tenemos target de destinos. Si alguien tiene a la venta un hotel, o tiene una cadena hotelera que quiere vender, pueden venir a tocar a nuestra puerta. Cuesta mucho encontrar hoteles que encajen en nuestro perfil. A mi me llegan ofertas de establecimientos e incluso de cadenas, pero se las paso a los compañeros de Expansión. Hay muchas variables a considerar. No hay que cerrar puertas, aunque ahora mismo...
Ahora ejerce de directora financiera, ¿cuál es el próximo paso?
Ahora quiero aprender. Y en eso estoy. Ya veremos dónde me lleva la vida en Riu. Toda la familia está involucrada en Riu, mis primos, mis hermanos... Somos seis. Ahora, tenemos que absorber todos los conocimientos de Carmen y de mi padre, y de toda la organización.
¿Consiguen desconectar en las reuniones familiares o son una prolongación del trabajo?
Conseguimos separar las cosas, aunque tanto a mis hermanos como a mí nos gusta hablar de Riu.
Durante el verano pasado, pese a las bajas ocupaciones, los precios para los residentes, eran elevados. De hecho, en ocasiones es más económico comprar un paquete turístico desde Inglaterra o Alemania que adquirir solo las noches de hotel desde Mallorca.
Nosotros hemos bajado precios. La tarifa media se ha reducido de forma importante para ganar ocupación.