Los primeros refugios de montaña del Govern balear son los de Son Moragues y los de los embalses del Gorg Blau y Cúber. Construidos en los años 70 en Escorca para abastecer de agua el municipio de Palma, a finales de los 90 se transfirió la propiedad estatal de las fincas a la Comunitat. Los embalses cuentan con pequeñas construcciones de cobijo que se utilizan como refugios de ocho y seis plazas, respectivamente. Mientras que la finca pública de Son Moragues, en Valldemossa, alberga un refugio con capacidad para 15 personas. Por otra parte, en 1999 el Govern balear adquirió las fincas de Albarca y es Verger, en Artà, unas tierras declaradas Parc Natural de Llevant en 2001 y donde se han creado tres refugios: s'Alzina, de diez plazas, ubicado en la antigua casa de los señores de Albarca; s'Arenalet, que cuenta con 22 plazas en la casa de veraneo de los señores, y la Casa dels Oguers, de diez plazas, que era la antigua casa de los guardas de las yeguas de los señores y está en la finca de es Verger. En un primer momento se gestionaban a través del consorcio de las fincas públicas, pero en 2005 se sumaron a la red del Institut Balear de la Natura (Ibanat). A finales de ese mismo años se inauguraron dos nuevos refugios: sa Coma de Binifaldó, de dos plazas, y Lavanor, con diez plazas. El primero se ubica en la finca de Binifaldó, adquirida por el Estado y transferida a la comunidad, mientras que la segunda está en la finca pública de Mortitx (Escorca). Hay otros dos refugios en la finca de Binifaldó: las casas, que son un centro de educación ambiental donde se ubicó un refugio con 20 plazas, y Binifaldó Petit, otro refugio en un edificio anexo con espacio para diez personas. En el año 2002 el Govern adquirió la finca de Son Real, en Santa Margalida, con fondos de la ecotasa y en 2006 la antigua casa de baño de los señores se transformó en un refugio para ocho personas. Mientras que en la finca pública de La Victòria se ubica el refugio d'es Coll Baix, de propiedad municipal pero que gestiona el Ibanat desde 2008. Finalmente, las antiguas instalaciones militares de Cabrera se transformaron en abril de 2014 un refugio con 24 plazas. En 2019 se reformó el edificio, su gestión pasó al Ibanat y se redujo su capacidad a la mitad. Así se ha creado una red de 13 instalaciones que gozan de una popularidad y demanda creciente. Refugios de paz en la montaña, públicos y a disposición de todos.
La pandemia de COVID-19 obligó al cierre de las instalaciones de abril de 2020 y no reabrieron hasta junio de 2021. A día de hoy están disponibles diez de estos trece refugios, ya que s'Arenalet d'Albarca y Son Moragues están en obras y el de Cabrera solo abre en la temporada de verano. Las cifras de ocupación indican que los refugios son cada vez más demandados, tanto por grupos de senderistas como por familias que buscan desconectar en la montaña. El año 2018 fue de récord, con 14.155 estancias anuales en los trece refugios, mientras que en 2019 fueron 13.205, con la circunstancia de que s'Alzina, els Oguers y s'Arenalet permanecieron cerrados de noviembre de 2018 a noviembre de 2019 ya que las inundaciones del Llevant provocaron desperfectos que se tuvieron que arreglar. En ese año, el último de normalidad antes de la aparición del covid, los refugios con mayor ocupación fueron Cabrera, con 2.157 estancias; Son Real, con 1.896 estancias, y Binifaldó, con 1.797.
En los tres primeros meses de 2020, cuando todavía estuvieron abiertos, se registraron 2.808 estancias. Mientras que de junio a diciembre de 2021 se registraron 3.773.
Joan Ramon, gerente del Ibanat, explica que el perfil de usuario no ha cambiado tras la pandemia. «El perfil de usuario de los refugios del Ibanat es muy diverso, encontrando muchos usuarios residentes en las Islas y también muchos turistas que buscan este tipo de oferta. No tenemos constancia de que haya cambiado con la pandemia», señala. La pasada Navidad tuvieron una ocupación del 70%. Precisamente en 2018, el año de máxima ocupación, hubo casi tantos alemanes (6.743) como españoles (7.090), seguidos por los franceses como tercera nacionalidad más predominante (1.857).
En los últimos años se han instalado placas solares en los refugios. Además, en los últimos meses se han hecho mejoras para optimizar la eficiencia energética, cambios de mobiliario y mejoras en la seguridad en la mayoría de instalaciones. Debido a la pandemia se redujo la capacidad de los refugios y en estos momentos debe reservarse el aforo completo.
Entre los años 2005 y 2014 el Ibanat también cogestionó el refugio de sa Comuna de Caimari, en el municipio de Selva, pero en la actualidad es de gestión municipal. Por otra parte, se habilitó el refugio de Can Cano, en el Parc Natural de Mondragó, que llegó a inaugurarse en 2007 pero nunca ha funcionado. Y también hubo años atrás la idea de abrir otro refugio en Sa Duaia, una finca que se compró y se anexó al Parc Natural de Llevant, pero no llegó a hacerse.
REFUGIOS CON SERVICIOS. Los 13 refugios que gestiona el Ibanat cuentan con camas, baño y estufa. Algunos de los que no tienen servicios no disponen, por ejemplo, de luz, ducha o colchones. En cambio, hay seis refugios con servicios, que se distinguen por tener cocina, servicio de sábanas si se solicita previamente u otras infraestructuras. Algunos son accesibles para personas con discapacidad. Mientras que en el refugio de Binifaldó hay dos hostaleros que cocinan para los usuarios si se avisa con tiempo. Cada usuario debe traer su saco de dormir, ya que no hay mantas a disposición.
Un refugio no es un hotel. Se trata de infraestructuras que facilitan el contacto con la naturaleza respetando el entorno. La mayoría tienen acceso solo a pie, algunos a dos horas caminando. Los refugios de la Serra se demandan sobre todo en invierno, mientras que en verano triunfan los del Parc Natural de Llevant. Ante la gran demanda que tienen estas instalaciones, que se llenan tanto en fines de semana y festivos como en días laborables, solo se puede reservar online en la web del Govern hasta tres meses por avanzado. De esta forma, pueden bloquear reservas con más antelación para colegios, asociaciones, grupos de voluntarios o tareas de mantenimiento. Se pagan unas tasas por persona y noche según las condiciones de cada refugio, siempre a precios populares, y existen normas que limitan las reservas a la misma persona para permitir que más personas puedan disfrutar de las instalaciones.
La red de refugios de montaña del Ibanat aumentará en los próximos años hasta 15 instalaciones, ya que han empezado la tramitación para habilitar un refugio en las casas de Ses Collidores, en la finca pública de Planícia (Banyalbufar), y están tramitando los proyectos de restauración de la finca pública de Ses Figueroles, en Selva.
Refugios del Consell
El Consell de Mallorca cuenta con seis refugios en la Serra de Tramuntana, que en junio de 2011 fue declarada Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisaje Cultural por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Las contrucciones de pedra en sec y las canalizaciones de agua son elementos que constituyen un paisaje agrícola mediterráneo único y digno de conservación. Los refugios del Consell, en fincas de su titularidad, permiten pernoctar a los senderistas que hacen la Ruta de Pedra en Sec, GR221, conocida también como sa Travessa. El organismo los promociona como «una alternativa de ocio sostenible al alcance de todo el mundo». También sirven como espacios para los equipos de emergencias y como centros de formación.
Son refugios más grandes, con más servicios que los del Govern y con un precio por noche un poco más elevado. Ofrecen desayuno, cena y pícnic con reserva previa. Durante la temporada baja algunos están cerrados y otros abren solo los fines de semana.
Los seis refugios del Consell son Sa Coma d'en Vidal (24 plazas, en Estellencs; se distingue porque hay que reservar todo el refugio); Can Boi (Deià, 32 plazas); Muleta (30 plazas, Sóller); Tossals Verds (42 plazas, Escorca); Son Amer (52 plazas, Escorca), y Pont Romà (38 plazas, Pollença). Este último y el de Can Boi han pasado a ser de gestión pública directa a principios de febrero. Antes estaban en concesión privada. También forman parte de la ruta GR221 los refugios de Son Tries (Esporles) y la Hostatgeria del Castell d'Alaró (Alaró), pero son de gestión privada.
Ya han empezado las obras de un nuevo refugio en la finca pública des Galatzó, de propiedad del Ajuntament de Calvià pero cuyo refugio, de 52 plazas, gestionará el Consell. Está previsto que se inaugure este mismo año. El Consell también tiene en fase de redacción otro refugio en la finca pública de Raixa.