Juanjo Medori llegó a Eivissa de su Argentina natal, previo paso por Italia, cuando tenía 22 años de edad. En Argentina estudió técnico en Electrónica, un sector por el que reconoce que siempre se ha sentido atraído. Llegó a Italia para estudiar una beca en electricidad naval. «Antes de llegar a Italia, ya había estado en Estados Unidos estudiando de lo mío. Yo me fui de mi país natal cuando tenía 18 años y, desde entonces, no he parado de trabajar y formarme en mi sector», explica Medori, quien llegó a Eivissa en el año 1983 para pasar unos días de vacaciones cuando tenía 22 años y quedó encantado con la isla. Con 25 años, regresó a Eivissa, se dio de alta como autónomo y empezó a trabajar él solo, «iba por las tiendas del puerto, yo solo con mi cajita de herramientas», afirma. Es así como en marzo de 1985 se funda Medori Electricidad, que más tarde pasó a ser Comunidad de Bienes y, más adelante, Medori S. L. «Cuando empiezo de autónomo estaba yo solo trabajando; al año ya tenía dos chicos que me ayudaban también y luego fui formando mi equipo y, sin darme cuenta, han ido pasando los 40 años hasta ahora», precisa. Medori afirma que lo que más le atrajo de la isla fue la naturaleza, «pero sobre todo su gente. Llegué en una época en la que había muchas oportunidades como fueron los principios de los 80; fue una buena época».
Sus inicios empresariales fueron en un pequeño local de nueve metros cuadrados por el que pagaba 27.000 pesetas al trimestre. «Lo único que tenía era un contestador en el que recibía los anuncios y yo pasaba por las pequeñas tiendas del puerto de Eivissa repartiendo tarjetas y preguntando a las dependientas si tenían algún enchufe o bombilla para cambiar», explica. En este sentido, una de sus principales características es que trabajan desde pequeños establecimientos hasta grandes proyectos, siempre siendo conscientes de su dimensión y de lo que pueden realmente abarcar, pues actualmente Medori tiene una docena de empleados, habían llegado a ser 24 cuando fueron punto de distribución de energía de Endesa durante ocho años, algo que no acabó de funcionar a nivel económico, razón por la cual abandonaron el ser punto de distribución de energía de Endesa. En este punto es preciso destacar que Medori es, actualmente, empresa delegada en Eivissa de Fenie, que también es comercializadora de energía.
¿QUÉ ES? Medori Electricidad es una empresa instaladora con servicio técnico propio que trabaja desde proyectos más pequeños como puede ser una pequeña tienda en el puerto de Eivissa hasta grandes empresas que les contratan para realizar el mantenimiento o proyectos más grandes, como hoteles, y reformas. En este sentido, trabajan con instalaciones eléctricas, proyectos de climatización, domótica, energías renovables, eficiencia energética, así como movilidad eléctrica y proyectos de iluminación.
Durante estos 40 años de trayectoria son muchos los clientes que confiaron desde un primer momento en el buen hacer de Juanjo y que, a día de hoy, continúan trabajando con él. «Tenemos una cartera fija de clientes; tengo clientes que me conocen desde que empecé y eso es muy gratificante», precisa. Pero, ¿qué claves tiene para mantener su negocio durante todos estos años? «Mi padre siempre me transmitió la importancia de la honestidad, la transparencia e ir siempre por delante con la verdad. También me ha caracterizado y me caracteriza es confiar en mi mismo, creer en mí. Soy muy metódico, a veces en exceso, y organizado y me gusta la excelencia», según explica. Otra clave para mantenerse durante todos estos años de trabajo es la formación constante. «Siempre he transmitido a mis trabajadores que la formación es fundamental. La 'f' de futuro va acompañada de la 'f' de formación. De mi empresa instaladora habrá salido una decena de empresas instaladoras que actualmente están en servicio en Eivissa y esto para mí es un orgullo», precisa.
De hecho, hace semanas celebraron su 40 aniversario y «muchos extrabajadores vinieron a felicitarme porque han estado conmigo desde que salieron de la FP, hicieron las prácticas conmigo, estuvieron trabajando tres, cuatro o cinco años y luego se montaban por libre. Siempre les he dicho a mis trabajadores que ojalá nos jubiláramos juntos, pero es lógico que la gente quiera probar». Echando la vista atrás para hacer balance de estos 40 años de trabajo, Medori se muestra «muy contento y muy agradecido a la gente que ha confiado y que confía en nosotros y ha estado a nuestro lado. Somos un equipo; para mí es vital tener equipo, colaborar desde el primer oficial hasta el último que acaba de entrar, que cada uno empuje de su manera y todos a una. Se trata, por ejemplo, de cerrar obra para poder abrir otra», según afirma, y tiene claro que «lo bonito de este trabajo es que no hay dos instalaciones iguales».
Actualmente, Juanjo Medori tiene 65 años y está en jubilación activa con el objetivo de que su hijo Javi, de 31 años, se haga cargo del negocio en los próximos años. «Javi es lo mejor que me ha pasado; es el único hijo que tengo y del cual me siento muy orgulloso», explica Medori, quien precisa que su hijo se ha dedicado más plenamente al negocio familiar tras una exitosa carrera deportiva de jugador de baloncesto que le llevó a conseguir títulos tan importantes como la medalla de oro sub16 con la selección española. Sobre qué consejo le ha dado a su hijo, explica que siempre le ha recalcado que «hay que mirar adelante; que crea en él mismo».
«El objetivo es llegar a final de mes; cubrir nóminas y tener a los proveedores al día. Llegar a fin de mes, divertirse con lo que hace y nuestro deber como empresa instaladora es estar siempre al corriente de lo último; la formación siempre es clave», apunta. Y añade que es muy importante «no agobiarse y tener paciencia; lo importante es encontrar el equilibrio entre la parte técnica y que el cliente quede conforme».