Ya lo hemos comentado últimamente y Donald Trump no se cansa de repetirlo: considera que el mundo ha sido muy injusto con los Estados Unidos. Asegura que nos hemos aprovechado de ellos vendiéndoles más cosas de las que les hemos comprado. Por eso ha implementado (o está en ello, o no, que a día de hoy no se sabe bien lo que es verdad y lo que no en ese tema) aranceles. Es decir, impuestos a los consumidores o empresas americanas que compren según qué en según qué país.
Otra herramienta, una especie de «arancel encubierto» es debilitar el dólar contra las otras divisas. Eso sí lo está consiguiendo, al menos de forma puntual.
Al abaratarse el dólar, las exportaciones salen más baratas, lo cuál es un incentivo para que el resto del mundo compre productos americanos. La cuestión es saber si ese abaratamiento es suficiente y duradero. De momento está pasando todo lo contrario: los americanos han hecho acopio de productos fabricados fuera para intentar anticiparse a los aranceles.
De hecho, éste puede ser un motivo por el que el dólar ha bajado: si se han comprado muchos productos de fuera, se han vendido dólares para comprar en euros, yenes, francos, libras… lo que puede explicar parte del descenso (o de la subida de las otras divisas). Además, toda la Guerra Arancelaria ha provocado otro «terremoto» y en este caso muy perjudicial para la economía americana.
Se ha vendido de forma masiva deuda pública americana, especialmente la que tenía vencimientos largos. Éste es otro motivo por que el dólar ha bajado (para vender esos bonos, y también posiciones en bolsa, se han vendido muchos dólares).
Espero que el lector no se haya perdido (confieso que es algo complicado de explicar): desde que Trump lanzó los aranceles han bajado mucho las bolsas, han bajado mucho el precio de los bonos, se han incrementado las importaciones de productos fabricados fuera de Estados Unidos. Es decir todo lo ha salido mal a Donald Trump, excepto el movimiento del dólar que es motivado porque lo demás le ha salido mal. Ahora bien, tiene sentido un dólar tan débil? Mientras el mercado no crea en la sostenibilidad económica de Estados Unidos sí, pero, ¿ha llegado a este punto?
Cierta seriedad de la Administración Trump devolvería las compras en el mercado bursátil y provocaría la recuperación de bonos con lo que se reforzaría el dólar. Además, hay que tener en cuenta que estamos hablando de un cruce de divisas. Por ejemplo, contra el euro, que es lo que más nos preocupa: vemos tipos de interés más caros en Estados Unidos que en la Zona Euro, con bajadas esta misma semana. El flujo de dinero va a la zona que más intereses paga, mientras ésta sea fiable. Desde luego, una recuperación del dólar ayudaría todavía más a la recuperación de las carteras de inversión: a las caídas de bonos y bolsa, se nos ha unido la del dólar.
¿Será una triple palanca de rentabilidad en el medio plazo? Parece que tanto bolsas, como bonos, como dólar han hecho suelo, pero hay que seguir muy atentos a las negociaciones comerciales, justo ahora que empieza, y de momento con buen pie, la temporada de resultados empresariales.