El presidente del Govern, Francesc Antich, aseguró ayer que los casos de corrupción, a consecuencia de los cuales decidió romper con UM y gobernar en minoría, "son una lacra para cualquier actividad económica" y "empañan" la confianza en las instituciones, por lo que defendió que ahora toca el diálogo y "sumar esfuerzos" entre partidos en unos momentos en los que "ni los sectores económicos, ni sindicatos apuestan por rupturas".
Así lo detalló durante un almuerzo organizado por el Foro de la Nueva Economía en Madrid, en referencia a la situación política que atraviesa la comunidad a consecuencia de la expulsión de los miembros ejecutivos de Unió Mallorquina (UM), quienes fueron apartados de las instituciones después de que varios dirigentes de esta formación, entre ellos sus dos ex presidentes Miquel Nadal y Miquel Àngel Flaquer, y dos ex directores generales del Govern, fuesen detenidos en el marco de la Operación Voltor, que investiga un presunto desvío de fondos públicos a través del Instituto de Estrategia Turística (Inestur) en la actual legislatura.
Por otro lado, Antich reivindicó su gestión para corregir la situación de "maltrato" que padecía Balears en materia de financiación autonómica e inversiones estatales. En este punto, agregó que el Govern ha conseguido recursos adicionales por 500 millones de euros con el nuevo modelo de financiación frente a los 150 que le tocaban con el anterior modelo.
En cuanto a las inversiones estatales concretadas con su gestión, el jefe del Ejecutivo balear valoró los 544 millones de euros que recogen para las islas los presupuestos generales de 2010, cuando en 2007 no superaban los 190 millones.
Durante este foro, Antich también dijo que, una vez resuelta la situación de los recursos estatales para la comunidad, ahora resta negociar con el Gobierno el nuevo Régimen Especial de Balears (REB) para compensar la "insularidad" y espera que se pueda abrir esos contactos este mismo año.
Además, el presidente del Govern defendió la demanda que realizan Balears y Canarias para entrar en el proceso de cogestión aeroportuaria y tener una "especial atención" del Gobierno en cuanto a su estrategia de transporte aéreo, puesto que "está en juego la actividad económica" de las Islas.
"Para nosotros es vital participar en la gestión de los aeropuertos y tener voz y peso en los comités de rutas, porque de ellos depende nuestra estrategia en los mercados emisores y en los nuevos a conquistar", expuso Antich en referencia a la vinculación del transporte con la actividad turística.
Al almuerzo acudieron diferentes personalidades políticas como el vicepresidente y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, y el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías.
Por parte del Govern respaldaron a Antich el conseller de Presidencia, Albert Moragues, la consellera de Turismo, Joana Barceló, el conseller de Educación y Cultura, Bartomeu Llinàs, y el conselller de Economía y Hacienda, Carles Manera. Además, acudieron otras personalidades de la comunidad como el delegado del Gobierno, Ramón Socias o el presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, Joan Gual, entre otros.
Durante su intervención, el presidente del Govern destacó las virtudes del Plan por la Competitividad de la comunidad y la Mesa de Seguimiento de la Economía Balear como instrumentos para mejorar la actividad económica, lo que se une a un aumento del 25 por ciento de la I+D+i en los últimos dos años y la buena labor que se está haciendo en el ParcBit, añadiendo que un centro similar se abrirá en la isla de Menorca.
Respecto a la actividad turística, destacó que Baleares cuenta con el presupuesto más alto de su historia en promoción y los 286 millones de euros que percibirán las empresas isleñas en créditos del Plan Renove y FuturE, complementados en el caso del Renove con las ayudas propias de la comunidad para facilitar la tramitación.
Por otro lado, expresó su compromiso para acometer la reforma de Playa de Palma y las mejoras en Playa d'en Bossa y Sant Antoni, que se une a la "intensificación" de mejoras en la legislación autonómica para facilitar la renovación de las instalaciones turísticas, de cara a potenciar la competitividad de la oferta balear.