El presidente del Govern, Francesc Antich, hizo ayer entrega de las Medallas de Oro de la Comunidad Autónoma de Balears 2010 y los Premios Ramon Llull, en el marco del acto institucional del Dia de les Illes, en el Auditorium de Palma. El acto estuvo marcado por la convulsa situación que atraviesa la política balear, sobre todo tras la dimisión el viernes de la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, tras ser acusada de corrupción por el ex conseller y miembro de UM Miquel Nadal.
No en vano, en su discurso, Antich afirmó que "es la hora de arremangarse", de "ser valientes" y plantar cara a los problemas de Balears, y tendió la mano a la oposición al manifestarse "dispuesto a compartir esta labor con todos", incluidos quienes piensan "de forma muy diferente" a la suya.
Antich comenzó su discurso del acto institucional del Dia de les Illes Balears pidiendo disculpas a la ciudadanía por "los hechos que están dando lugar, ahora, a los sucesivos casos judiciales sobre mala gestión de dinero público" y asegurando que a él le corresponde "intentar poner remedio".
El presidente reconoció que el Día de la Comunidad se celebra este año "en unas circunstancias muy especiales", en referencia a la dimisión de Munar, por acusaciones de presunta corrupción.
"La tempestad es grande, pero la barca es muy marinera. Si todos sabemos ocupar nuestro lugar con responsabilidad, llegaremos a buen puerto", auguró, y señaló que "no es hora de más lamentos sino de acción".
Afirmó estar dispuesto "a recorrer todos los caminos del entendimiento", y citó a Albert Camus, nieto de menorquines, al decir que demócrata es quien admite que el adversario puede tener razón. Antich aseguró que está colaborando con la justicia, trabajando para establecer mecanismos que "eviten que en el futuro se puedan repetir hechos inadmisibles" y realizando ofertas a todos los grupos políticos "para intentar recuperar el clima de tranquilidad" necesario.
Dijo además que, mientras tanto, el Govern ejerce su labor con "el máximo esfuerzo de acuerdo político y social" para afrontar el paro y la crisis y para impulsar la economía, y manifestó su voluntad de seguir con la acción de gobierno.
Pero no sólo hubo discursos políticos. Al acto celebrado en el Auditorium de Palma tuvo como grandes protagonistas a los premiados, y entre ellos varios representantes menorquines. Entre las Medallas de Oro de la Comunidad Autónoma se encuentra el Fons Menorquí de Cooperación. No faltó a la cita el colectivo de Menorca, representado por su presidente, el concejal de Ciutadella Magí Muñoz.
Las patronales hoteleras merecieron el premio Ramon Llull, entre ellas la Asociación Hotelera de Menorca. Joan Melis, su presidente, recogió el distintivo correspondiente. Precisamente fue su colega mallorquín Antoni Horrach, quien habló en nombre de todos los premiados.
Ya a título individual, completaron la presencia menorquina la gimnasta olímpica Bet Salom y la religiosa sor Enriqueta Garriga Gil. De la primera se reconoció su brillante trayectoria deportiva culminada en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, y de la segunda su encomiable labor de ayuda a los colectivos más necesitados, tanto desde Caritas como desde los servicios sociales del Ayuntamiento de Maó.
También estuvieron en el Auditorium, el presidente del Consell, Marc Pons, sobre el escenario y en la mesa presidencial, además de los integrantes menorquines del Govern, Joana Barceló y Alberto Moragues.
Cabe recordar que el acto comenzó con la actuación del grupo de cámara de la Orquestra Simfònica de Balears evocando la conmemoración del Año Chopin.