El ex presidente balear Jaume Matas (PP) volverá mañana por tercer día consecutivo a los juzgados de Palma para declarar en el "caso Palma Arena", después de hacerlo hoy durante más de seis horas.
Pasadas las 20.30 horas, el juez ha decidido suspender la vista y continuar mañana con la declaración de Matas, que será preguntado por el palacete que adquirió en la capital balear.
Se prevé que finalmente sea mañana cuando concluya la comparecencia judicial del ex político del PP, quien trabaja ahora en Estados Unidos y el lunes por la noche regresó a Mallorca para acudir a su citación judicial.
Los fiscales anticorrupción decidirán entonces si piden medidas cautelares para Matas y los otros tres imputados que han declarado esta semana: su esposa Maite Areal, su cuñado Fernando Areal y el amigo y supuesto testaferro de Matas, Bartomeu Reus.
Durante su declaración, el ex presidente del Govern, Jaume Matas, apuntó hoy al ex director general de Deportes, José Luis 'Pepote' Ballester, como responsable de las decisiones que se adoptaron en el marco de las reuniones de la Fundació Illesport, a través de la cual el Govern participaba económicamente en el consorcio creado para la construcción del velódromo, según señalaron fuentes jurídicas a Europa Press.
No obstante, el imputado reconoció su firma en varias de las actas que le exhibió el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, relativas a las reuniones que celebró la Fundació, pese a que negó haber asistido a las juntas de esta entidad a excepción de la primera, en la que se constituyó este órgano.
Matas reanudó su comparecencia a las 17.00 horas después de que fuese interrogado durante dos horas y media esta mañana en relación al presunto enriquecimiento ilícito del ex jefe del Ejecutivo autonómico.
Cabe recordar que ya el pasado 16 de marzo, Dulce Linares, jefa de Gabinete del ex presidente durante la pasada legislatura, afirmó ante el juez que las decisiones "más importantes" adoptadas en torno a la construcción del Palma Arena "venían avaladas" por el ex jefe del Ejecutivo, mientras que 'Pepote' Ballester hacía las propuestas, "pero ya las tenía consultadas con el presidente".
Asimismo, sobre este extremo también fue interrogada un mes antes la ex vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, quien como testigo también se refirió a la decisión de encargar la gestión de la construcción a la Fundació, cuyo presidente era Matas y ella era la vicepresidenta. Tal y como especificó, esta decisión fue encargada concretamente al entonces director general de Deportes -imputado en el caso-, quien "despachaba directamente con Matas", según Estaràs.
Con anterioridad Matas había asegurado al juez que el piso en el que residen sus hijos en el barrio de Salamanca de Madrid no es de su propiedad, y negó que haya usado al ex conseller de Obras Públicas, Bartomeu Reus, como testaferro para la adquisición de dicha vivienda, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Asimismo, Matas ha reconocido que en un primer momento su cuñado, Fernando Areal, hizo un primer pago de 100.000 euros para la adquisición de la vivienda en el lujoso barrio de Salamanca, pero posteriormente, tras resultar ganador con mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de Baleares, en 2003, ya no le interesó disponer del piso, afirmó Matas
Antes de la comparecencia de Matas, su mujer Maite Areal se ha acogido hoy a su derecho a no declarar como imputada dentro del caso Palma Arenay sólo ha permanecido en la sala de vistas diez minutos.
Por otro lado, el ex conseller de Obras Públicas en el primer Govern de Matas, Bartomeu Reus, también ha comparecido esta mañana ante el juez y ha asegurado que el ex presidente le traspasó la titularidad del piso de Madrid en 2003 ya que "no le interesaba" tener la propiedad de la vivienda después de que Matas obtuviese en Baleares mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de ese año, según señalaron fuentes jurídicas a Europa Press.
De este modo, relató ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3, los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach, y los numerosos letrados personados en la causa que en un principio, el cuñado de Matas, Fernando Areal, quien gestionaba las rentas inmobiliarias del ex presidente, pagó 100.000 euros en arras por la adquisición del inmueble, aunque como el ex dirigente 'popular' se hizo por segunda vez con la presidencia del Govern balear, pasó el contrato a Reus. Así es como el también ex presidente del consejo asesor de Endesa pasó a figurar en las escrituras de esta vivienda.
Durante su comparecencia, que se prolongó por espacio de más de dos horas y en la que se negó a responder a las preguntas de la letrada de la Comunidad Autónoma, el imputado negó así haber sido testaferro del ex presidente y aseguró que el piso de Madrid, ubicado en el lujoso barrio de Salamanca, es de su propiedad y no de Matas, aunque lo tiene alquilado a la familia del ex jefe del Ejecutivo.
Documentos para acreditar la propiedad del piso
Al término de la declaración, su abogado, Antonio Albertí, puso de manifiesto ante los numerosos medios de comunicación congregados que su patrocinado ha exhibido ante el magistrado documentos para acreditar que el piso de Madrid es suyo y que está al corriente de los pagos de la hipoteca. "Ha sido una declaración sensata y seria", recalcó el letrado, quien hizo hincapié en que la Fiscalía no ha solicitado medidas cautelares contra el encausado.
Por su parte, el abogado del ex presidente Jaume Matas, Rafael Perera, solicitó hoy al juez que extraiga de las investigaciones del caso Palma Arena las conversaciones telefónicas grabadas entre él y sus clientes -el ex presidente, Jaume Matas, su mujer, Maite Areal, y su cuñado, Fernando Areal-, al considerar que la incorporación de las mismas a la pieza secreta supone una "grave" conculcación del derecho a la defensa.
Así Perera expresó su "protesta" a Castro al inicio de la declaración de Fernando Areal y anunció que en caso de que no retire las citadas conversaciones telefónicas, presentará un recurso dentro de los plazos legales.
Perera justificó esta petición en el hecho de que la única manera que tenía para comunicarse con sus clientes para "diseñar la estrategia" de defensa era a través del teléfono o del correo electrónico, teniendo en cuenta que todos ellos residen fuera de Mallorca, donde él tiene el despacho.
De este modo, sostiene que todas estas conversaciones forman parte del ámbito privado, razón por la cual sostiene su exclusión de la investigación. De esta forma, Perera pide que el juez actúe de la misma manera que el Tribunal Superior de Madrid lo ha hecho con las conversaciones telefónicas grabadas en el marco del caso Gürtel ordenadas por Baltasar Garzón.
Perera recalcó que todo abogado tiene derecho a contactar con sus clientes con "absoluta libertad, discreción e intimidad", algo que, según criticó, no ha sucedido en este caso, debido a que hasta el día de ayer "y quizá también hasta hoy", se ha mantenido pinchado su teléfono móvil y el de su despacho y, por tanto, se han grabado todas sus conversaciones telefónicas.
"He comprobado que más de la mitad de las conversaciones telefónicas que aparecen en los más de 260 folios de pieza secreta han sido mantenidas por mí con Matas, su mujer y su cuñado y, por tanto, son las típicas entre un abogado y su cliente, de forma que podrían haber tenido lugar exactamente igual en el seno de mi despacho entorno a una mesa", aseveró.
"Pruebas invalidadas"
Por esta razón, insistió en que estas conversaciones privadas están "invalidadas como pruebas" en el caso Palma Arena y "no se pueden incorporar a la causa, sino que deben ser expulsadas de las misma", tal como reclamará el recurso que presentará Perera en los próximos días amparándose en que la defensa es uno de los "derechos constitucionales más sagrados".
Perera precisó que "no hay ningún inconveniente técnico" a que se graben sus conversaciones telefónicas, debido a que había una orden judicial expresa al efecto, si bien "este material no puede ser incorporado a la causa porque se trata de conversaciones profesionales realizadas para trazar las líneas de defensa".
Por otra parte, el letrado confirmó que Jaume Matas declarará a lo largo del día de hoy con independencia de la decisión que adopte el juez en relación a petición de exclusión de las conversaciones telefónicas, después de que ayer el presidente, su mujer y su supuesto testaferro, Bartomeu Reus, no prestaran declaración tras la aparición de nuevas pruebas.
Finalmente, destacó que José Castro está "cumpliendo su misión" y afirmó que es un "gran juez instructor", pese a lo cual recordó que tanto él, como el otro abogado de Matas, Manuel Ollé, "tenemos la obligación de defender el derecho de defensa, que exige un respeto que yo modestamente entiendo que ha sido conculcado y por ello tenemos obligación legal de ejercitar las protestas o recursos que salgan al paso y permitan que nuestros defendidos estén amparados como corresponde en un Estado social y democrático de derecho".