El Govern está dispuesto a recortar 100 millones de euros de gasto, de los 200 que le exige el Gobierno central para que contribuya al ahorro de 1.200 millones de euros que el Estado ha asignado a todas las administraciones autonómicas y a las corporaciones locales con el fin de rebajar el déficit público, según una información de la Cadena Ser, recogida por Europa Press.
De esta forma, el presidente del Govern, Francesc Antich, mantendrá esta tarde, a partir de las 16.30 horas, una reunión con el líder del Bloc, Biel Barceló, en el Consolat de Mar, para cerrar el texto definitivo que el Ejecutivo balear presentará al Gobierno central en el que se posiciona con respecto a la medidas exigidas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este sentido, fuentes del Ejecutivo informaron a Europa Press de que se está elaborando un texto para presentarlo al Ministerio, que contempla la creación de un nuevo impuesto ecológico para gravar las actividades contaminantes de las empresas productoras de energía, lo que afectaría a Gesa, Repsol y el Grupo Sampol, entre otras.
Asimismo, el Govern también pretende incrementar el tramo autonómico del IRPF a las rentas que superen los 53.400 euros, teniendo en cuenta que éste es el tramo máximo regulado por la Agencia Tributaria Estatal.
Por otro lado, el Ejecutivo está estudiando la posibilidad de crear una serie de franjas para el Impuesto de Sucesiones, con el fin de hacerlo progresivo y gravar más a quienes tengan una mayor base liquidable, teniendo en cuenta que, actualmente, sólo grava el 1 por ciento para todas las rentas. Además, podría pedir al Gobierno central que recupere el Impuesto de Patrimonio.
Las citadas fuentes remarcaron que mediante la creación de estos impuestos se pretende incrementar los ingresos, con el fin de evitar que la disminución del déficit público obligue a hacer determinados recortes en los servicios sociales básicos de la Comunidad. De este modo, indicaron que el objetivo es "compensar" el ejercicio de contención de gastos en 100 millones de euros con la obtención de nuevos ingresos.
"Actitud reivindicativa"
Por tanto, el Ejecutivo mantendrá una actitud "reivindicativa" frente al Gobierno central al aceptar únicamente una disminución de la mitad de los gastos exigidos, teniendo en cuenta que Baleares ha sido una de las Comunidades Autónomas peor financiadas en los últimos años y que ha registrado un gasto en servicios sociales inferior al del resto de Comunidades Autónomas.
El Govern es consciente de que para aprobar los nuevos impuestos necesitará de los votos de la oposición en el Parlament y, por ello, el presidente, Francesc Antich, tiene previsto reunirse mañana o el viernes con el presidente del PP y de UM, José Ramón Bauzá, y Josep Melià, respectivamente, con el fin de consensuar las medidas.
Preguntado esta mañana si tiene previsto disminuir el número de Consellerias, tal como exigen los 'populares', Antich aseveró que hasta que no mantenga estos encuentros con la oposición no avanzará ninguna medida, ya que "si hay que intentar conseguir un acuerdo con UM y el PP, estos partidos deberán ser los primeros que conozcan directamente las propuestas del Govern".
"Esta situación necesita el máximo acuerdo de las distintas fuerzas políticas y mi intención es hacer lo máximo posible para lograrlo", destacó, al tiempo que advirtió de que el Govern "protestará" si el Estado decide eliminar más inversiones que pudieran afectar a Baleares.