El conseller de Economía y Hacienda, Carles Manera, ha anunciado que el Govern va a prorrogar los Presupuestos de 2010 durante el próximo año, ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con UM, dado que esta formación se opone a la subida de impuestos anunciada por el Ejecutivo balear para incrementar los ingresos.
No obstante, ha señalado que continuarán "trabajando y negociando" con el partido regionalista y no descartan lograr un acuerdo con los 'uemitas' y aprobar las cuentas públicas para el próximo año más adelante, puesto que no habría ningún "problema técnico" en hacerlo de esta manera.
Así lo ha adelantado Manera tras la reunión del Consell de Govern, que se ha celebrado un día después de que concluyera sin acuerdo las reuniones que mantuvo, junto al conseller de Presidencia, Albert Moragues, con el portavoz del PP en el Parlament, Antoni Pastor, y el presidente de UM, Josep Melià, para negociar los Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2011.
El Govern tenía de plazo hasta el próximo 30 de octubre para registrar los Presupuestos de 2011 en el Parlament, ya que, en caso contrario, se prorrogarían los de 2010, tal como va a suceder, algo que, a juicio del presidente del Ejecutivo, Francesc Antich, no sería grave, debido a que estarían garantizadas las inversiones provenientes del Estado, en virtud del Estatuto de Autonomía.
No obstante, Manera, quien ha remarcado que de esta manera el Govern está ejerciendo su responsabilidad de continuar con su política económica, ha admitido que tampoco así se podrán subir los impuestos a las clases más altas, que hubiesen supuesto unos ingresos de 60 millones de euros. Según ha explicado el conseller, durante la primera quincena de noviembre se "ajustarán" las partidas y se harán los "ajustes necesarios para recuadrar" el presupuesto.
En cuanto a la subida de impuestos, ha recordado que en el Parlament existe un proyecto de ley, que todavía se debe debatir, que contempla las figuras fiscales "que tendrían que ir en los presupuestos".
Además, preguntado por la posibilidad de alcanzar un acuerdo con UM a medias, en el caso de que esta formación estuviese de acuerdo en el impuesto medioambiental, Manera ha indicado que "se podría llegar" y ha destacado que el Ejecutivo está "dispuesto" a "trabajar conjuntamente" con el partido de Josep Melià.
Manera ha detallado que las cuentas públicas para el próximo año deben contemplar una reducción del déficit del 1,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) -355 millones de euros-. Sin embargo, ha subrayado que las políticas sociales y la economía productiva continuarán siendo una prioridad y que las partidas que menos se recortarán son Educación y Cultura, Salud y Consumo, y Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración.
Asimismo, ha apuntado que la prórroga garantiza mantener el esfuerzo inversor de 440 millones de euros, lo que, sumado a los 454 millones de inversión del Estado, supone una inversión pública de 896 millones de euros en la comunidad. Según el responsable económico, las medidas de austeridad de 2010 harán que el ajuste del próximo año sea "más suave".
Manera, además de concretar que el techo de gasto del presupuesto prorrogado será de cerca de 3.200 millones de euros, ha detallado la hoja de ruta de la prórroga, que comenzará entre el 25 y el 31 de octubre con reuniones explicativas a los agentes sociales para, a continuación -entre el 2 y el 15 de noviembre- realizar encuentros entre la Conselleria de Economía y el resto de departamentos para abordar el ajuste de las partidas y la reprogramación de las inversiones.
Durante la segunda quincena de noviembre se elaborará la orden de prórroga, durante la primera de diciembre ésta se presentará y el 1 de enero entrará en vigor la prórroga.
El conseller ha hecho hincapié en otras administraciones -como la de Catalunya durante este año o los ayuntamientos de Marratxí, Calvià y Manacor- y ha indicado algunos ajustes que se tendrán que hacer en las cuentas para adaptarlo al déficit público autorizado, como es, en cuanto a ingresos, la adaptación de la cifra de endeudamiento a las limitaciones del déficit, y, en cuanto a gastos, el hecho de que las nuevas convocatorias de subvenciones se tengan que ajustar, o que va a haber una reprogramación de inversiones en el sector público.