El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, admitió ante el juez que instruye el caso Nóos, José Castro, que "no dio cuenta" ni a su esposa, la Infanta Cristina, ni al Rey, de la reunión que celebró con el expresidente del Gobierno balear Jaume Matas en las instalaciones del complejo del Palacio de Marivent en septiembre de 2003 para hablar de negocios.
Durante su declaración ante el magistrado, que se prolongó durante 22 horas y a cuya transcripción ha tenido acceso Europa Press, también ha asegurado no haber calculado el dinero que él y la Infanta Cristina han sacado de las cuentas de Aizoon, la empresa de la que era copropietario al 50 por ciento junto a su mujer.
Urdangarin relató que "no le suena" que la Infanta Cristina retirara de 500 a 600 euros casi semanalmente al concepto 'su factura', si bien no descartó que sí sacara este dinero mensualmente, ya que, según reconoció, él sí lo hacía.
Además, insistió en varias ocasiones en que la hija del Rey "no desempeñaba ninguna labor" en Aizoon, si bien ignora si la Infanta Cristina ha firmado o no las cuentas anuales. Así, señaló que si hubiera estado obligada a firmarlas, "las habría firmado", aunque apuntó que ignora si esa firma "la vincula de algún modo".
Urdangarin aseveró también que desconoce si la firma de las cuentas anuales es obligatorio para un socio y, en este sentido, declaró que siempre se ha guiado por su asesor fiscal, al tiempo que reiteró que si esa firma era un requisito indispensable, la Infanta Cristina la habría firmado.
El duque también dijo desconocer a qué cuentas se cargaron los gastos de acomodación de su vivienda en Washington --donde se mudaron en 2009-- porque enviaba las facturas al contable Marco Tejeiro y éste les daba "el tratamiento que creía conveniente".
También atribuyó a Tejeiro la decisión de qué "gastos personales" de la familia Urdangarin imputaba o no a Aizoon si bien indicó que, de haberse cometido algún "error contable", en su momento se resolverá lo que proceda pues está siendo sometido a una inspección fiscal.
Urdangarin también reconoció que propuso nombrar al secretario personal de las Infantas Elena y Cristina, Carlos García-Revenga, tesorero del Instituto Nóos durante el tiempo que él presidió la asociación sin informar de manera previa a la Casa del Rey.
Como su socio en el Instituto Noos y vicepresidente de la asociación, Diego Torres, había incorporado a familiares suyos a la junta directiva de Noos, el duque de Palma decidió también nombrar a alguien de su "confianza".
Urdangarin describió como "simbólico" y sin "poder dispositivo alguno" el cargo de García-Revenga en Nóos y reconoció que no informó a la Casa del Rey sobre su nombramiento porque "era conocido" que García-Revenga "participaba en una serie de fundaciones y que no le impedían ejercer sus funciones de asesor".
García-Revenga, al igual que la Infanta Cristina, cesaron en sus cargos en el Instituto el 20 de marzo de 2006 porque así lo había recomendado la Casa Real.
La Casa del Rey, interviene
Según la declaración de Urdangarin, la Casa del Rey le recomendó en 2006 que dejara de cerrar contratos con instituciones "públicas"; que no mantuviera "asociaciones mercantiles a largo plazo" con Diego Torres y que no presidiera instituciones como la Fundación Areté "y similares".
Estos consejos se materializaron a través del asesor legal externo de la Casa, José Manuel Romero Moreno.
El duque de Palma "nunca entendió" --según la declaración ante el juez-- que le estuviera "vedada" la actividad empresarial con el sector privado o que no pudiera mantener alguna relación empresarial con Torres de forma "puntual" con posterioridad a ese aviso.
Para Urdangarin, la creación tras la recomendación de la Casa del Reyde la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social junto a Diego Torres y en la que el duque entró como presidente del Consejo Asesor se enmarcaba en una relación "puntual", por lo que nunca pensó que estuviera quebrantando las recomendaciones de la Casa Real.
A lo largo de su declaración, Urdangarin deriva a Torres las preguntas relacionadas con la supuesta emisión de facturas falsas o la fijación de precios desorbitados por los servicios que Nóos prestaba.
Sin embargo, a la hora de justificar por qué decide montar con él la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, el duque dice de Torres que "siempre ha sido un profesional muy capaz, un buen maestro en la escuela de negocio, metódico, trabajador, alguien de quien aprender".
Si la Casa del Rey le recomendó cesar en su relación empresarial con él fue por "determinadas informaciones" aparecidas en prensa relacionadas con "temas de contratación pública" que "preocupaban" a la institución.
Urdangarin reconoció que Torres y otro de los imputados en la denominada 'Operación Babel' le informaron de su intención de crear una empresa en el extranjero pero él la rechazó "siguiendo las recomendaciones de Casa Real". El duque negó tener cuentas en Suiza, Luxemburgo, Reino Unido o Belice.