El PSIB ha presentado una proposición de ley de transparencia que pretende «mejorar la democracia» y que tiene como novedad una oficina de control «autónoma e independiente», ajena al Govern, para evitar que se queden sin sancionar actuaciones como las incompatibilidades.
La portavoz del grupo parlamentario socialista, Francina Armengol, y la diputada Pilar Aguiló han presentado en una rueda de prensa esta iniciativa y han aclarado que si la proposición llega a quedarse en trámite parlamentario debido a la mayoría del PP, la ley se convertirá en un compromiso electoral para 2015.
Según Armengol, si esta ley estuviera en vigencia «como mínimo tendríamos un presidente sancionado», en alusión a la presunta incompatibilidad del mandatario autonómico, José Ramón Bauzá, al ejercer el cargo al tiempo que mantiene la titularidad de su farmacia.
El «examen» de si Bauzá ha incumplido o no la ley de incompatibilidades «es cuestionable» en opinión de Armengol, porque lo ha hecho el propio Govern, lo que no ocurriría de existir esta oficina de control y transparencia, que tendría la misma estructura administrativa de la Sindicatura de Cuentas y sería dependiente del Parlament.
Esta ley no solo incluye en el control al Govern sino que lo amplía a todas la administraciones públicas y empresas privadas concesionarias que podrán ser controladas a través de un único portal de transparencia en el que se deberá informar con detalle de todas las actuaciones.