El dueño de una tienda de efectos militares de Palma ha aceptado hoy haber cometido un delito de depósito de armas y se ha conformado con una pena de 2 años y un día de prisión, en el juicio celebrado en la Audiencia de Palma, en el que la Fiscalía ha retirado la acusación hacia dos presuntos colaboradores.
La defensa del comerciante y la Fiscalía han alcanzado un acuerdo de conformidad, tras la presentación de las cuestiones previas durante el juicio, por el cual el principal acusado ha admitido el delito y se ha conformado con la pena solicitada para él.
La Fiscalía pedía inicialmente una condena de 11 años de cárcel para el comerciante, por considerar que durante varios meses de 2008 se dedicó a la adquisición de armas de fuego cortas y largas para su posterior venta pese a que fuera ilegal porque muchas de ellas habían sido manipuladas para que tuvieran capacidad de fuego real.
Según el acusador público, carecía de licencia para la mayoría de las armas que le fueron requisadas tras su detención, tanto en su tienda de Palma como en sus dos domicilios, así como de la preceptiva guía de pertenencia y además algunas de las piezas requisadas son armas de guerra como ametralladoras y subfusiles.
Si inicialmente el hombre estaba acusado de dos delitos de tenencia de armas y uno de depósito, el fiscal Julio Cano ha modificado sus conclusiones al entender que el delito más grave (el de depósito de armas) absorbe los otros dos.