Como unos vecinos más, los reyes Felipe y Letizia asistieron anoche a las fiestas organizadas por la barriada de Sant Agustí para sorpresa de las cerca de 400 personas que participaban de un pa amb oli solidario amenizado con la actuación del músico Jaime Anglada. La última vez que los Reyes fueron vistos en público fue el martes pasado en Madrid, cuando se desplazaron a un cine mientras el Real Madrid y el Atlético se disputaban la Supercopa.
Estas fiestas de Sant Agustí pasarán a la historia. El concierto de Jaime Anglada empezaba a las diez de la noche. No habían sonado los primeros acordes de su guitarra cuando, muy discretamente, el Monarca y su esposa hicieron entrada en la explanada del Club de Vela Calanova y se sentaron en las filas de atrás. Casi nadie, ni siquiera el alcalde Mateo Isern, percibió entonces su presencia.
La música del cantautor mallorquín encandila a los Reyes. Letizia, incluso, tatareó alguna de sus canciones, mientras que sentada se dejaba llevar envuelta por el ritmo. Felipe seguía también muy atento la actuación de Anglada, que es amigo personal. Al final de algunas canciones, los Reyes, como el resto de asistentes, se levantaron para aplaudir. Hubo algunos bises, como en el caso de Palma.
Anglada cantó canciones en catalán y castellano acompañado de tres músicos. Cuando se paró para descansar, los vecinos dieron cuenta del pa amb oli. Los Reyes se sentaron en una mesa donde había una decena de personas más, entre ellas la esposa del cantante. Se trata de un grupo de mallorquines junto a los cuales había también algunos niños.
Algunas fuentes señalan que los Reyes habrían llegado ayer por la mañana a Mallorca y dejarán la Isla esta misma tarde tras pernoctar en Son Vent. Anoche no les acompañaron sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. La presencia real, de hecho, podría no obedecer a otra cosa que participar en este acto de los vecinos –Marivent se halla a unos centenares de metros del Calanova– con su artista favorito.
El acto de ayer tenía un carácter solidario, a beneficio de Cáritas y la Fundación Respiralia, contra la fibrosis quística pulmonar.