Los diputados del Parlament balear tienen hasta el 15 de enero para decidir sobre el nuevo sistema de retribuciones aprobado que, básicamente, establece que si un político cobra un sueldo fuera de la cámara, percibirá una dieta y no un sueldo por ser diputado.
Si un diputado decide trabajar fuera del Parlament ya no cobrará un sueldo, como sucedía hasta ahora, sino que recibirá una dieta que oscilará entre los 22.000 y los 36.000 euros al año, en función de si son diputados rasos, portavoces o miembros de la Mesa.
En caso de que un diputado decida trabajar exclusivamente como diputado su retribución anual alcanzará los 57.000 euros.
La presidenta del Parlament, Xelo Huertas, ha firmado las instrucciones para aplicar las modificaciones de las retribuciones de los diputados, que han sido apoyadas por los partidos del Govern -PSIB, MÉS y Podemos- y han sido rechazo por la oposición -PP, PI y Ciudadanos-.
Los representantes públicos deberán rellenar un formulario para que concreten a qué sistema se acogen.
Los diputados tienen tiempo para decantarse por la retribución por dedicación exclusiva o por la dedicación parcial hasta mediados de enero.
En el caso de que se acojan a la retribución por dedicación exclusiva, tienen hasta el 28 de febrero para finalizar con «garantías» sus actividades profesionales o mercantiles fuera de la cámara. Pasada esta fecha tendrán que comunicar los asuntos pendientes de facturar o cobrar.
El tema de los sueldos ha evidenciado la división entre los partidos del Govern y la oposición.
Hace unos días, el diputado del PP José Manuel Lafuente advirtió que esta medida «incluso costará más» al Parlament y que «sólo valdrá la pena» dedicarse a la actividad de diputado los funcionarios que pueden pedir una excedencia laboral o las personas que estén en paro.
La portavoz de Podemos, Laura Camargo, declaró que «desgraciadamente» no ha sido posible un acuerdo para poner en marcha esta «medida ética» que evitará que haya diputados que cobren dos sueldos: dentro y fuera del Parlament, lo que es un «engaño a la ciudadanía».
«No se pueden tener dos sueldos cuando los días no tienen 48 horas», argumentó Camargo, que recordó que «fuera de estas paredes» del Parlament hay familias que están «sobreviviendo con 400 ó 600 euros, con salarios de miseria; de ninguna manera es una medida injusta, sino ética y de ahorro».