ñaki Urdangarin ha dicho este miércoles ante el tribunal de la Audiencia de Palma que le juzga que cobró 710.000 euros del Instituto Nóos entre 2004 y 2005 por su trabajo para las cumbres «de connotación eminentemente deportiva» que organizó la entidad en Valencia y Baleares.
«Yo creo que recibí en total, en 2004 y 2005, mis honorarios por las cumbres tanto Valencia Summit como Ibforum, 710.000 euros con IVA. Eso fue los únicos ingresos que he cobrado del Instituto Nóos por los acuerdos de las cumbres, el resto siempre me ha venido por las empresas privadas a las que he asesorado», ha dicho Urdangarin, a preguntas del fiscal Pedro Horrach.
Ha detallado que cobraba en función de los baremos y precios de mercado «lo que podía cobrar un consultor de una escuela de negocios como Esade», y lo facturó desde la empresa Aizoon, cuya propiedad compartía a medias con su esposa, la infanta Cristina, y de la que es administrador.
Urdangarin ha destacado que todas las cumbres organizadas por el Instituto Nóos «tenían una connotación deportiva» y su papel era entablar «una relación con las distintas instituciones y personalidades» a quienes invitaban a participar.
«Era una relación institucional y sobre todo por mi conocimiento en el mundo del deporte, dado que los dos grandes proyectos tenían una connotación eminentemente deportiva», ha afirmado. En el caso de Valencia, la cumbre se basaba en cómo una ciudad puede aprovechar un gran acontecimiento deportivo, y en Baleares en la relación entre el turismo y el deporte, ha explicado.
El precio de los honorarios que cobraba Urdangarin al Instituto Nóos lo fijaba «el director de cada proyecto» en el que participaba, en función del cargo que tenía el entonces duque de Palma.
Ha detallado que cada director de proyecto tenía que hacer la asignación de horas de los consultores que participaban en ellos y, en su caso particular, era su secretaria quien las contabilizaba a partir de su agenda, porque era quien sabía el tiempo que había estado trabajando en Valencia o Baleares.
Urdangarin está acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad, contra Hacienda y blanqueo de capitales y se enfrenta a peticiones de condena que van de los 11 a los 26,5 años de prisión.