El empresario y exministro de Asuntos Exteriores Abel Matutes ha asegurado este viernes que no utilizó su influencia para aprovecharse en 2006 de la construcción de las autopistas de Eivissa. «No me he beneficiado de la política», ha subrayado ante la comisión de investigación del Parlament balear.
«Mis empresas tampoco se han beneficiado, al revés, han salido perjudicadas», ha manifestado Matutes, quien ha relatado que el depósito en una finca de su propiedad de 800.000 metros cúbicos de tierras procedente de las obras de las carreteras fue contrario a sus intereses.
El exministro del PP, que se retiró de la política en 2000, ha explicado que no solo no tenía el propósito de aprovechar las tierras, que aceptó acoger para evitar el tránsito en verano de cientos de camiones por las carreteras ibicencas, sino que eran incompatibles con la creación de un campo de golf porque estaban contaminadas.
«Me tienen que pagar cada año 100.000 euros por esta ocupación de tierras» por sentencia del Tribunal Supremo, ha insistido Matutes, que ha precisado también que reclamó la retirada de los restos de las obras y denunció a las empresas responsables antes de que se le denegara la licencia para construir el campo de golf.