El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha asegurado este martes que la implantación del gas natural «no es un cambio de paradigma» y ha destacado que reduce un 30% las emisiones de CO2, suprimiendo emisiones de azufre y óxido nitroso.
Así se ha expresado Pons en el pleno del Parlament durante una interpelación de Podemos sobre política energética del Govern, donde el conseller ha lamentado que Balears está «todavía muy lejos» del objetivo de producción de energía renovable y que de hecho está por detrás de la Península en este ámbito.
Además, Pons ha avanzado que el Govern está preparando una guía para trabajadores sociales en materia de facturas energéticas, para asesoramiento de familias en situación de pobreza energética. Además, ha explicado que no se cobrará el reenganche a gas a los hogares con informe favorable de los servicios sociales de Ayuntamientos.
Por su parte, el diputado de Podemos Carlos Saura ha apostado por las instalaciones pequeñas y ha denunciado el «oligopolio» de la energía en España.
«No poner impedimentos»
Al respecto, el conseller de Energía ha pedido «no poner impedimentos» a la energía renovable y ha reconocido la dificultad del «encaje de territorio y producción de energía».
Además, ha recordado que el objetivo de 100% de renovables es «muy ambicioso» propuesto por «los países más avanzados» y ha asegurado que alcanzar dicho objetivo «pasa por los polígonos» ya que de otro modo apenas se llega a abarcar a unos 32.000 hogares.
Pons ha destacado que el Govern ha «conseguido el compromiso de Madrid» para un cupo específico de renovables si bien ha admitido que con las instalaciones renovables que están en tramitación actualmente llegan «del 2 al 10%», muy lejos del 40% de la Península.
En este sentido, ha pedido «asumir con madurez» el debate para «identificar las zonas de cada Isla donde instalar renovables».
Con todo, Pons ha explicado que el objetivo del Govern es «poner las bases hacia un modelo fundamentado en energías renovables y autoconsumo» que sea «justo, accesible y sostenible» y que «garantice una elevada calidad de servicio».
Para ello, ha continuado, «es necesaria una red eléctrica de media y alta tensión muy bien construida que sea capaz de transportar toda la energía demandada con seguridad», pero actualmente hay «problemas de conexión» en el territorio balear, con cableados antiguos que necesitan sustitución entre Formentera e Ibiza y Mallorca y la Península, por lo que el conseller ha responsabilizado al Gobierno central por la «falta de inversiones».
Aumento de la demanda
Podemos cree que la implantación del gas natural en Mallorca es un «obstáculo» en la transición energética y que si no se «cuestiona» la demanda «es imposible hacer la transición hacia energías limpias», especialmente teniendo en cuenta el aumento de turistas que hacen crecer la demanda.
«La implantación del gas natural es pan para hoy y hambre para mañana, porque los precios irán subiendo», ha alertado Saura, que se ha preguntado «cómo es posible que ciudades como Ámsterdam estén hablando de acabar con el gas natural y en Baleares, de implantarlo ahora».
«Si queremos cerrar Es Murterar tenemos que apostar por la contención, de poco servirá instalar placas si el consumo no deja de crecer», ha apuntado el diputado de Podemos.