Los abogados Francisco José Carvajal y María del Carmen Jiménez, que presuntamente grabaron a la Infanta Cristina durante su declaración en febrero de 2014 durante la fase de instrucción del caso Nóos, serán juzgados a partir de este lunes en Palma. Se enfrentan a un año de cárcel cada uno por un delito de desobediencia en el Juzgado de lo Penal 6.
Según establece el escrito de la Fiscalía, estos dos abogados acudieron a la declaración en sustitución de Javier Saavedra que defendía a Robert Cockx, entonces imputado como presunto testaferro de Iñaki Urdangarin.
Así, estaba ordenado a que la declaración de la Infanta «solo se grabara en soporte oficial y de audio» y que de este material «no se entregaría copia a ninguna de las partes ni al Ministerio Fiscal».
Además, se había prohibido «expresa y terminantemente» acceder al interior de la sala con ningún tipo de dispositivo «apto para la captación de imagen y sonido» para asegurar que «ninguna grabación de la imagen o del sonido se obtuviera fuera de los cauces habilitados para ello».
De esta manera, se acusa a los dos abogados de actuar «de común acuerdo y teniendo pleno conocimiento» de esta resolución y de grabar «la imagen y parte de la declaración de doña Cristina usando «un dispositivo oculto».
El material obtenido se utilizó para montar un vídeo que fue colgado en la plataforma Wouzee y algunas de las imágenes fueron publicadas en el periódico El Mundo como fotografías al día siguiente.
«GRABAR CLANDESTINAMENTE»
El juez instructor del caso Nóos, José Castro, esgrimió en su momento que los dos letrados asistieron a la comparecencia con «con la única intención de grabar clandestinamente» el interrogatorio de doña Cristina, tal y como se desprende, señalaba, de las pruebas practicadas al respecto.
En su resolución, el juez recalcó que «ni una sola» de las 1.082 preguntas formuladas durante la intervención de la Infanta guardaba una «mínima relación directa» con la actuación de su cliente, Robert Cockx.