Si en muchas manifestaciones relacionadas con el referéndum independentista en Cataluña se han visto claveles como un símbolo de resistencia pacífica, este martes han llegado las margaritas blancas al Parlament en solidaridad con el «pueblo catalán», quien «demostró el 1-O que cree en el civismo y en la democracia».
De esta forma los diputados de Més, Més per Menorca y Gent per Formentera han repartido flores entre los escaños al inicio del pleno y han colocado alguna en la Mesa de la cámara legislativa y en los puestos que ocupan el presidente Baltasar Picornell, la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el vicepresidente Biel Barceló, quienes con matices diferenciales criticaron desde el primer momento la violencia para reprimir las votaciones del pasado domingo.
También las han hecho llegar a la bancada popular, donde se han tomado con humor la iniciativa, y aunque al principio han permanecido al lado de la portavoz Margalida Prohens, pronto han sido retiradas.
Asimismo, los escaños ecosoberanistas han mostrado carteles censurando la «represión policial típica de las dictaduras».