La Guardia Civil ha destruido unas 1.500 armas que permanecían depositadas en la Intervención de Armas de Baleares y que han sido troceadas para su eliminación, tal como estipula la ley.
La mayoría de ellas no habían sido adjudicadas en la última subasta, por lo que su destino era la destrucción conforme a lo marcado en el Reglamento de Armas, ha informado el instituto armado en un comunicado.
De las 1.500 que se destruyeron este viernes, 100 eran armas cortas y el resto carabinas y escopetas. Fueron destruidas en la planta de tratamiento de residuos, donde primero troceadas.
Según la Ley 2/86, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Guardia Civil tiene competencia en las funciones derivadas de la legislación vigente sobre armas y explosivos y lidera el Plan de Control de Armas de la UE.