Más vale tarde que nunca. Si bien es cierto que hace tiempo que tendría que haberse empezado a limitar la utilización de plásticos de un solo uso, para así no alcanzar los niveles actuales de residuos de este tipo, a partir del próximo domingo se inicia una etapa en esta dirección. Desde el 1 de julio todos los comercios están obligados, por orden del Gobierno central, a cobrar las bolsas de plástico.
Hace tiempo que los supermercados y algunas grandes superficies ya aplican esta medida, que ahora se extenderá al resto de establecimientos comerciales. El Real decreto establece que están afectadas las bolsas de plástico proporcionadas a los consumidores en los puntos de venta de bienes o productos en el mercado estatal, lo que incluye la venta online y la entrega a domicilio, tengan o no asas e independientemente del espesor. Se excluyen las bolsas de basura, al no tener la consideración de bolsas de plástico ni envase.
También están exentas de su cobro las bolsas de plástico muy ligeras, es decir, de menos de 15 micras que se utilizan por cuestiones de higiene, o que se entregan como envase primario para alimentos a granel, cuando se emplean para evitar el desperdicio de estos alimentos; y las bolsas de plástico con espesor igual o superior a 50 micras con un porcentaje igual o mayor al 70 % de plástico reciclado. En este caso los comerciantes deben disponer de un documento, proporcionado por el fabricante, que acredite dicho porcentaje.
Esta iniciativa es el paso previo a la prohibición de su uso a partir del año 2020, un período «razonable» para la patronal del pequeño y mediano comercio de la Isla, Afedeco. «Consideramos que se trata de una normativa lógica, que se adapta a la europea, y que está encaminada a limitar su uso», indicaron desde la patronal, que reconocieron que esta iniciativa contribuirá a disminuir su utilización. En este sentido, indicaron que algunos supermercados asociados a la patronal han reducido hasta un 80 % el uso de las bolsas de plástico desde que los clientes las tienen que pagar. «El hecho de que se obligue al consumidor a pagar las bolsas, aunque el coste sea mínimo, es un paso para que se usen menos», manifestaron desde Afedeco, que en su momento recurrieron la normativa de Cort que prohibía el uso de las bolsas de plástico en Palma a partir del 1 de enero de este año y que ganaron ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears.
En cuanto al precio de cada bolsa de plástico, si bien lo fija el comerciante, existen unos precios orientativos que oscilan entre los cinco y los quince céntimos en función de la dimensión.