Los 28.306 funcionarios y empleados públicos que trabajaban para la Comunitat Autónoma a 1 de enero de 2018 disfrutarán de un subida de sueldo del 2,5 por ciento a partir de año que viene. Es el aumento que recogerán los Presupuestos de la Comunitat para el año que viene, aunque la subida está condicionada a que el Gobierno central pueda aprobar los suyos.
En cualquier caso, la Direcció General de Pressuposts de la Conselleria d'Hisenda ha incorporado ese incremento en las previsiones de trabajo de los Presupuestos para 2019. Ello supone que el gasto de personal superará el año que viene los 1.600 millones de euros y representará un tercio del gasto total de la Administración.
Antes de la aprobación del proyecto de Presupuestos, el Govern debe cumplir con otra obligación que le marca la ley de estabilidad: la aprobación del techo de gasto. Si el Ejecutivo quiere cumplir la ley, el techo debe aprobarse en el Consell de Govern de este viernes. El techo de gasto es el tope de dinero que podrá gastar el Govern el año que viene. Está delimitado por la regla de gasto y todos los ingresos que superen esa cantidad deben ir a amortizar deuda o a no aumentarla.
Techo de gasto
La Conselleria trabaja en el techo de gasto desde hace semanas con negociaciones que mantiene desde hace semanas con sus socios de Pacte. La cifra no está cerrada, pero en principio se acercará mucho a 4.300 millones de euros.
A esa cantidad que podrá gastar el Govern hay que reducir esos 1.600 millones de euros que se irán en gasto de personal. En esta cantidad se incluye el pago de la carrera profesional y un ligero aumento derivado de las oposiciones que se están llevando a cabo este año.
Una buena parte de ese gasto de personal cabe atribuirse al IB-Salut, que se adjudicará unos 1.600 millones de euros, a los que se suman cerca de 1.000 millones que irán a educación. El Govern prevé aumentar ligeramente el dinero de esta competencia, a la que este año ha destinado 935 millones de euros. De esta forma se acercará a un presupuesto global de 1.000 millones, que es lo que reclaman los sindicatos desde principios de legislatura. En 2015, año en que entró la izquierda al Govern, el presupuesto para educación era de 775,65 millones de euros.
El Govern ya ha anunciado que no tiene previsto aumentar la presión fiscal, lo que significa que no habrá cambios en la ecotasa ni se pondrá en marcha un impuesto ambiental como reclaman Més y Podemos. Tampoco habrá rebaja de impuestos a pesar de que es muy probable que este año se bata el récord de recaudación en impuestos cedidos.