La Universitat acogerá un referéndum entre monarquía y república. Esa fue la decisión de los estudiantes que se reunieron este jueves al mediodía en asamblea en el claustro del edificio Ramon Llull.
Aunque la fecha exacta todavía no se conoce, los organizadores afirmaron que se llevará a cabo en el segundo cuatrimestre del curso de 2019, es decir, a partir de febrero. La propuesta no ha escapado a la polémica.
La reunión, a la que acudieron una veintena de personas, se celebró el mismo día en el que en se llevaba a cabo un referéndum simbólico con la misma pregunta en la Universidad Autónoma de Madrid. Al menos 26 universidades de toda España han participado o participarán en esta iniciativa a lo largo de diciembre. Sara Barceló representa al grupo de estudiantes que puso en marcha la iniciativa. «Somos un grupo de estudiantes que no representamos a nadie. Hemos organizado la reunión para establecer un referéndum en la Universitat y poder votar qué modelo de Estado queremos. Estamos contentos porque ha venido bastante gente», afirmó Barceló. «Se tiene que celebrar un referéndum porque nosotros, como estudiantes, nacimos después de 1978, y no se puso a debate qué modelo de Estado queríamos. Creemos que es esencial que se escuche la voz de los estudiantes y, si puede ser, de toda la población».
A título personal, la organizadora manifestó que «yo defiendo una república que no sea española, ni una república federal. Si puede ser, de los Països Catalans; pero aquí lo que vamos a votar es un modelo de Estado, que puede ser cualquier tipo de república».
La celebración de la reunión de este jueves levantó polémica en la Facultad de Filosofía y Letras. El decano Miguel Deyá afirmó a este periódico que «los estudiantes no han llevado a cabo los procedimientos adecuados para hacer este tipo de reuniones, que no están permitidas. Es otro acto irresponsable fruto del sectarismo del rector. Si, por ejemplo, el Ku Klux Klan decidiera hacer una reunión en el campus, ¿les dejarían?».
Por su parte, el Rectorado de la Universitat remitió un comunicado en el que manifiesta que «la Universidad tiene vocación de ser un espacio de libertad de expresión. Esta circunstancia hace que, en ocasiones, se realicen actividades que una parte de la comunidad universitaria no comparte».
Sobre el mismo tema, el secretario general de Universidades del Ministerio, José Manuel Pingarrón, declaró que «cuanto menos esté la política dentro de la universidad, mejor; pero España es un país libre donde el derecho de reunión y expresión están permitidos».