Un total de 14.700 familias de Balears no tienen más remedio que compartir vivienda con otras familias porque no pueden acceder con sus propios recursos a un piso o a una casa. La escalada imparable de los precios del alquiler en Balears unida al hecho de que los bancos no dan préstamos para que la gente pueda comprarse una vivienda ha aumentado de forma significativa el fenómeno del piso compartido, pero ya no solo son jóvenes, que buscan emanciparse, sino familias enteras.
La Encuesta Continua de Hogares que este martes publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra esta realidad en toda su crudeza. En las Islas había en 2018 un total de 14.700 hogares en los que vivían dos o más núcleos familiares. Un año antes, la cifra era de 9.300 familias lo que significa que, en apenas un año, el número de familias que comparten piso con otras ha aumentado un 60 por ciento.
Más casos
No es el único fenómeno que se ha incrementado porque la propia estadística del INE también señala que hay otros 21.300 hogares en los que viven el núcleo familiar con alguna otra persona ajena a él. El fenómeno tradicional del piso compartido entre personas que no forman parte del núcleo familiar también aumenta ligeramente. En 2018 había 14.800 hogares en esta situación, apenas mil más que el año anterior.
Continuación: Otro problema, lo tenemos con las restricciones en construir obra nueva en los pueblos y permisos de obra eternos. Si hubiera una buena agilidad en conceder permisos de obra para reforma, y construir tendríamos otro ausunto arreglado. Otro punto a tener en cuenta, es el trabajo, si se tiene trabajo o negocio, se tiene dinero y por tanto, se puede comprar o reformar mejor. Pero si no hay un buen volumen de trabajo y una buena seguridad de ello, volvemos a caer en otro escollo. De ahí, cuando decimos que Menorca vive de turismo, es porque es fundamental, promover, ayudar, agilizar todo para el turismo (familiar) que es el que tenemos en Menorca. Sin turismo, desgraciadamente no hay ingresos. Y por tanto, la economía cae. Y por ultimo, los alquileres turísticos no interceden en el alquiler residencial. La prueba la tenemos en que las urbanizaciones Turísticas de costa, están vacías 8 meses al año. Solo un 5% de menorquines vive o viviría en zona de playa todo el año